El Ministerio de Obras Públicas detalló que hay 2.308 obras en ejecución. En La Libertad Avanza afirman que la premisa es “analizar todo” y “respetar contratos”. La construcción en alerta
El Ministerio de Obras Públicas contaba hasta el 19 de noviembre, día del balotaje, con 2.308 obras públicas en ejecución a nivel nacional, por una inversión de casi $310.000 millones. El presidente electo Javier Milei ya avisó que una de las partidas que serán recortadas para llegar al equilibrio fiscal es justamente esa: “No hay plata”. Pero desde el equipo designado para el área aclaran que habrá una revisión integral pero que la premisa es “respetar contratos”. En el sector de la construcción advierten que la paralización de los proyectos generará pérdidas millonarias para las empresas, caída del empleo, consecuencias sociales y un freno para la actividad económica.
Según datos oficiales de la cartera que conduce Gabriel Katopodis, a los que tuvo acceso Infobae el Gobierno nacional cuenta con 2.308 obras públicas en marcha en 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por una inversión que representa $309.899 millones. En los cuatro años de la gestión de Alberto Fernández se finalizaron 4.434 obras, por lo que el total asciende a 7.200 iniciadas en todo el país.
El crédito presupuestario vigente para la obra pública asignado en 2023 supera levemente el $1 billón. De ese total, $835.468,7 millones (82,75%) corresponden a recursos nacionales y $174.156,1 millones (17,25%) a préstamos de organismos internacionales.
De los proyectos que se encuentran en marcha, 514 corresponden a infraestructura vial, 1.031 a gestión integrada de recursos hídricos y 763 a infraestructura urbana, rural y del cuidado. En definitiva, allí se incluyeron universidades, autopistas, rutas, centros de salud, de desarrollo infantil, entre otras De acuerdo a la información de Obras Públicas, además existen 615 proyectos en proceso de evaluación y aprobación.
Luego de su victoria electoral, Milei reiteró la semana pasada que su intención era avanzar hacia un modelo de iniciativa privada “a la chilena” y recortar el gasto en obra pública. Cuando fue consultado sobre los proyectos que ya habían comenzado fue tajante: “No hay plata y si no hacemos el ajuste nos vamos a la hiper”. Inmediatamente, los empresarios del sector de la construcción se pusieron en alerta e incluso afirman que comenzaron a llegar telegramas de despidos ante esa expectativa.
Este miércoles hubo un encuentro en el Palacio de Hacienda entre el futuro ministro de Infraestructura de La Libertad Avanza, Guillermo Ferraro, y Gabriel Katopodis. Allí se repasó la conformación institucional de la cartera hasta el momento y el detalle de las obras en ejecución. La transición estará a cargo de la titular de la Unidad Gabinete de Asesores del Ministerio, Cecilia Cardini, en coordinación con los equipos técnicos del futuro titular del área que además absorberá Energía, Minería, Transporte y Comunicaciones. La transición en estas últimas dependencia había comenzado formalmente el jueves de la semana pasada.
En cuánto a qué sucederá con la obra pública desde el 10 de diciembre, en particular con los 2,308 proyectos en ejecución, fuentes cercanas a Ferraro dijeron que “la premisa es cumplir contratos, moverse dentro del parámetro legal. Que sea todo por ley. No es momento para contestar cualquier cosa porque hay que sentarse a revisar y analizar todo”.
El viernes pasado, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, aseguró: “Ya hay telegramas de despidos en las empresas por los dichos de Milei. Las empresas emiten facturas con 60 días de antelación normalmente y están diciendo que no van a ejecutar más si no se les paga”, manifestó en declaraciones radiales.
El empresario alertó sobre la posibilidad de un “crack muy importante” en la actividad económica por obras que, según afirmó, emplean a “300.000 personas que pasarían a la calle”. Eso es más de la mitad de los puestos de trabajo registrados en el sector.
Además advirtió: “Muchas empresas van a estar muy complicadas y al borde del concurso de acreedores. Si la obra pública desaparece, afectará también a las fábricas de insumos. Sin dudas no es un buen comienzo desde nuestro punto de vista. La construcción es un sector económico muy importante, es uno de los más fuertes de cualquier país. Queremos tener un diálogo fluido con las autoridades y esperamos poder tener un diálogo más fecundo”. Por el momento, solo hubo conversaciones informales con el futuro Gobierno.
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