El Ministerio de Energía y Minería dio marcha atrás con una resolución del año pasado y habilitará de nuevo a los dueños de estaciones de Gas Natural Comprimido (GNC) a adquirir el gas directamente a quienes lo producen. Es en respuesta a una demanda del sector, que festejó el cambio, ya que antes estaban obligados a comprárselo a las distribuidoras.
Por medio de la resolución 80-E/2017, el Gobierno anuló los efectos del artículo 5 de la resolución 34-E/2016 de Energía (publicada el 1 de abril de aquel año), que obligó a partir del 1 de mayo de 2016 a los expendedores a comprar solamente en las distribuidoras el gas natural que luego transforman en GNC. Hasta ese momento, estaba la opción de comprarlo más barato a las petroleras en boca de pozo.
Lo que denunciaba el sector es que, de esta manera, le impusieron de hecho impuestos en cadena. «Tuvimos que pagar más en concepto de Tasa Hídrica, Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) y otras tasas, con lo que perdimos rentabilidad», explicó Carlos Gold, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA).
La medida había sido adelantada el viernes pasado por el ministro Juan José Aranguren durante la presentación de los nuevos precios del gas natural y el sector esperaba la oficialización.
La alegría de los estacioneros por esta resolución contrasta con la desazón que sienten por la reducción en los precios de los combustibles, que aplicaron desde las 0 de ayer. «Venimos perdiendo rentabilidad», dijo Gold. Con él coincide, en off the record, buena parte de la industria petrolera, cuyos ejecutivos tienen los ánimos caldeados desde el lunes al mediodía, cuando supieron que debían bajar tanto las naftas como el gasoil por la fórmula que acordaron con el Gobierno.
En los surtidores, se estima que el GNC subirá hasta $ 1,20 por metro cúbico, por lo que su precio sería superior a la mitad que un litro de nafta súper.
Cronista