“Las mujeres cambian destinos”

Con motivo de la celebración del 8M en mina Veladero, Anabella Lupari, Geóloga de Josemaría, visitó los estudios de CNN Radio, donde reflexionó en Creación Renovable acerca de las oportunidades que ofrece la industria minera. También invitó a que los jóvenes no se pongan un techo: “el techo para la nueva generación es el universo”.

¿Cómo fue el recorrido que realizaron por la mina Veladero en el marco del 8M?

La verdad fue impresionante, algo que es increíble de vivir. Más allá de que hace 5 años que trabajo dentro del sector minero, nunca había tenido la posibilidad de visitar una mina en producción. Primero nos dieron una inducción de seguridad y de salud, y luego nos llevaron al pit de la mina, luego al Truck Shop, que es el lugar donde se hace el mantenimiento y se pone a punto toda la maquinaria comenzando por los camiones. También visitamos el molino eólico que fue realmente sorprendente, es algo increíble observar una estructura de esta tecnología y tamaño ubicada a 4 mil metros de altura en medio de la cordillera.

¿Cómo fue conocer por primera vez una mina en producción acompañada de un grupo de mujeres de las cuales muchas no estaban vinculadas al sector?

Viajamos con mujeres periodistas de Buenos Aires, con mujeres de Pachón, de Gualcamayo y también del Banco San Juan. Cada una tiene profesiones diferentes y el viaje te impacta de diferentes maneras. Te sorprende porque te encuentras con un ambiente de trabajo totalmente diferente al cual estás habituado. Yo estaba muy entusiasmada con la geología del lugar, obviamente, pero creo que cada una desde su lugar tuvo una hermosa vivencia compartida.

Con este tipo de visitas, y este tipo de notas, lo que ustedes están haciendo es abrir puertas y abrir la cabeza de las mujeres que integran las generaciones que vienen.

Tal cual, me quedo con la frase de una de las mujeres que nos tocó conocer. Ella nos dijo “las mujeres cambian destinos”. La mujer viene rompiendo barreras dentro de lo laboral como en lo social. Esto es muy gratificante, porque muchas de las mujeres que nos tocó conocer han abierto puertas para nosotras y ahora nosotras debemos seguir manteniendo estas puertas abiertas y abrir muchas más para las chicas que vienen detrás. Observé el año pasado una nota que hicieron en este programa de una chica de 16 años que hablaba de minería, que estaba por terminar su tecnicatura en la Escuela Industrial y ya se vinculaba con gente de WIM. Esto es impresionante, porque siendo tan chica ya tiene conciencia y conocimiento de que puede tener un gran futuro dentro del sector minero, eso creo que no tiene precio dentro de nuestra provincia.

Hablando de experiencias y minería: ¿Cómo llegas a la actividad minera?

Mi vínculo con la minería comenzó obviamente a través de la carrera de geología, mi práctica de cuarto año fue en Hualilán, fue ahí cuando comencé como técnica minera. Posteriormente pasé por Josemaría, luego Fortescue y volví a Josemaría. Al principio a mí me gustaba mucho la paleontología, y jugaba de chica con un cepillo a escarbar cosas, descubrir cosas. Dentro de geología me gustaron muchas cosas, pero cuando llegué a la montaña y comencé a interiorizarme en la industria minera fue algo atrapante. Al principio veía la minería desde lejos, mi papá siempre me decía que era algo para hombres. Esta actividad te permite crecer profesionalmente, académicamente pero sobre todo a nivel personal, porque a mí me tocó desmitificar muchas cosas.

¿Qué consejo le darías a esa chica o chico que está cursando el secundario y se está preguntando si estudiar o vincularse con la actividad minera?

A las chicas que están cursando el secundario les diría que sigan a su corazón y que no se cierren a la frase “no me gusta, no lo pruebo”. Creo que hay que probar y experimentar las cosas porque es la forma de entender si finalmente te gusta algo. Yo comencé con la idea de paleontología y me terminó apasionando otra cosa. También les diría que no se pongan un techo, el techo para la nueva generación es el universo. Ser curioso es fundamental porque siempre hay tiempo para aprender. Es mentira que hay que apurarse en decidir, porque uno puede cambiar cuando uno quiere, y puede capacitarse y aprender cosas nuevas hasta el último día de tu vida.

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