Los pozos no convencionales marcan el ritmo y las decisiones en materia de transporte en un contexto de oportunidades para el crudo y el gas a nivel global.
Casi no hay semana en la que Vaca Muerta no tenga un rebote internacional. El camino de las oportunidades se torna más evidente con cada día que pasa.
El potencial de la roca se empeña en relativizar lo que las dudas y algunos definiciones político-económicos se empeñaron en poner en tensión. También la geopolítica, que provocó incentivos tanto como oscureció ese sendero en los últimos cinco años.
Primero la pandemia obligó a las productoras a ser más rentables con un barril de crudo cuyo precio se había derrumbado a máximos históricos. (Es cierto: no es el caso que haya que sufrir para mejorar. Pero a veces pasa.)
Luego, la guerra entre Rusia y Ucrania-OTAN, que por ahora sigue actualizando tragedias y provoca saldos exportables sumados a los recortes que, al menos hasta ahora, vienen imponiendo grandes potencias productoras para sostener niveles relativamente elevados de precios.
En ese escenario, el petróleo se instaló en la franja de 70/90 dólares, por tomar un trazo muy grueso. Y la producción de gas a nivel global tendió a inscribirse más que nunca en las necesidades de la demanda, que eran previas, y que estimularon coyunturas de precios exhorbitantes para economías que ingresaron en procesos inflacionarios (en el caso argentino, un estímulo adicional sobre el vértigo permanente
Allí el crudo de Vaca Muerta encontró oportunidades, mientras se hizo más competitivo y los pozos productores se instalaron como algunos de los mejores del mundo en el segmento shale.
Ese camino de salida podría tener otro espaldarazo si finalmente el oleoducto Vaca Muerta Sur permite un salto de escala para los parámetros argentinos. Al margen de la tensión de precios a la baja de esta semana, hubo un capítulo en ese sentido. Tal como lo adelantó Mejor Energía: YPF busca garantizar cupos para llenar esa traza -y conseguir financiamiento- en ese frente exportador por el atlántico de Río Negro.
El presidente y CEO de la compañía, Horacio Marín, fijó en dos semanas el plazo para las otras productoras de Vaca Muerta interesadas en utilizar esa red de bombeo. Aseguró que sería la única forma de garantizarse la misma tarifa que YPF pagará para la salida de su petróleo, si es que tienen la intención de utilizar ese canal exportador.
A comienzos de agosto, había señalado que contaba con cartas de intención de otras productoras equivalentes a dos tercios del volumen que podría transportar la traza. Es parte de lo que está mostrando en los testeos internacionales y con los que la empresa busca fondos para la construcción.
En la misma línea, la compañía controlada por el Estado nacional también dio a conocer parte de la repercusión internacional de su proyecto en paralelo con Petronas, que también llegará a Punta Colorada: la red de gasoductos del plan LNG Argentina. India, Alemania, Italia serían parte de los posibles destinos, dijo esta semana Marín en el evento que celebró los 110 años de Shell en Argentina.
En la contracara local y regional de las posibilidades para el shale gas, de acuerdo a lo que viene informando ENARSA, el mes próximo quedaría operativa la reversión del Gasoducto Norte.
Se trata del camino hacia el norte del país que de modo mas directo podría encontrar el gas de Neuquén. Al margen de reemplazar la producción de Bolivia en franco declino, permitiría garantizar un tramo determinante de la demanda doméstica. Pero también es una puerta de llegada al complejo industrial paulista. YPFB, la estatal boliviana, según consignó una agencia de noticias brasileña, estableció las condiciones normativas para ese paso del gas argentino a través de las tuberías que el país del Altiplano podría habilitar para salir del aprieto de dejar de proveer a sus dos clientes estratégicos y quedarse con parte de la renta.
Desde Estados Unidos, en el evento «Shale en Argentina» organizado por el IAPG en Houston, el gobernador Rolando Figueroa hizo un análisis del actual proceso de crecimiento. «Tenemos una responsabilidad generacional de monetizar nuestro subsuelo de manera correcta. Este círculo virtuoso implica generar recursos, reinvertir las ganancias y atraer más inversiones. Incluso con la nueva normativa nacional, se podrán destinar yacimientos específicamente a la exportación, lo que garantiza el abastecimiento del mercado interno sin problemas”, dijo el neuquino.
Shell, claves de lo que viene
En los 110 años de la empresa en Argentina, Shell dio a conocer que impulsará una producción adicional de 20 mil barriles diarios hacia el próximo año. El objetivo que se plantea es alcanzar los 70.000 bdp en el 2025, de acuerdo al detalle que dio el presidente para Argentina, Uruguay y Chile, Germán Burmeister.
El directivo también afirmó que la empresa no descarta, en función de su experiencia global en el GNL, eventualmente sumarse a un consorcio con el resto de las compañías de Argentina, para invertir y aportar producción en el proyecto del gas licuado hacia el 2031.
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