Los sets se enfrentan al desafío de seguir cumpliendo con los planes de la industria. Las empresas más grandes comienzan a sacar diferencia frente al resto.
En diálogo con Reporter-Telegram, Johnson aseguró que es probable que en el corto tiempo se observe una mayor volatilidad debido a los nuevos gastos de capital y, con la inflación y los temores de las tasas aún presentes.
El director ejecutivo de Primary Vision Network también estima que podría haber 324 equipos de fracturación hidráulica con una potencia total de 16.5 millones de caballos de fuerza, pero potencialmente compuestos por equipos que están cerca del final de su vida útil. “En realidad, es posible que el recuento real esté más cerca de 300 a 310”, aseveró.
«Si el petróleo llega a los 130 dólares o 150 dólares, esos equipos de bombeo a presión encontrarán petróleo», agregó.
Las empresas están ordenando nuevos equipos, pero Johnson destacó que no están ampliando sus flotas, sino reemplazando los equipos existentes que funcionan con diésel por nuevos equipos de doble combustible o eléctricos. “En parte, esto se debe a que hay poco capital disponible para la expansión de flotas», explicó.
“Esto deja al sector propenso a la consolidación, con empresas más pequeñas que tienen solo unas pocas cuadrillas propensas a ser adquiridas por empresas más grandes o salir del mercado por completo. Los bancos que financian equipos nuevos esperarán que se les dé mantenimiento”, subrayó.
“Un avión requiere que 100 personas lo mantengan, desde aquellos que atienden los fluidos y la electrónica hasta aquellos que rotan las llantas. Es una situación similar en el mercado de equipos de fractura. Esos camiones de fracturación hidráulica estacionados en el patio y expuestos al calor o al frío deben ser mantenidos”, consideró.
«Será interesante ver durante los próximos seis meses quién sobrevive, quién tiene una hoja de balance disciplinada», comentó Johnson. La consolidación podría dejar al sector con alrededor de 200 equipos.
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