La caída en la producción de soja por efecto de la sequía tendrá consecuencias directas sobre el volumen de procesamiento de la materia prima y habrá una fuerte baja en la producción de aceite y harina de soja. Todo esto derivará en menores exportaciones de aceites y harinas, provocando una de las mayores caídas en la participación de nuestro país en el comercio mundial, volviendo a los niveles que teníamos en 1998. Mientras tanto, Brasil aumenta su participación en el comercio mundial de ambos productos.
Así lo advirtió en un informe mensual la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA), desde donde señalaron que se atraviesa su “peor momento” y además se resaltó que hay una fuerte caída de la molienda de soja y una elevada capacidad osciosa en la actividad, algo que ya había adelantado días atrás el presidente de la entidad, Gustavo Idígoras, en diálogo con este medio.
En el informe, denominado el “Monitor Agroindustrial”, la Cámara Aceitera señaló que durante febrero pasado la molienda de soja fue de 1.554.000 toneladas. Se trata de la menor cifra de molienda para dicho mes en los últimos 13 años. Además, frente al derrumbe del procesamiento interno de la oleaginosa, como consecuencia de la sequía y las alteraciones comerciales que provocó el “dólar soja”, el índice de “Utilización Capacidad Instalada” se redujo un 6%, pasando del 32% en enero al 26% en febrero y ubicándose en el nivel más bajo de la historia en términos comerciales.
Por otro lado, el informe advirtió sobre el fuerte incremento de la capacidad osciosa, que actualmente es del 74%, y es el segundo registro de capacidad ociosa mas alto en la historia. También el relevamiento de la entidad contempló que los márgenes operativos de molienda de soja se mantuvieron en terreno negativo en el primer bimestre de 2023. “El dato más importante a destacar es la desmejora que han tenido los márgenes de molienda en las últimas tres semanas de marzo pasado, con números negativos en un rango de -12, -30 y -40 dólares por tonelada” para las distintas posiciones de embarques, apuntó el informe de Ciara.
Molienda
Otro de los aspectos que destacó la Cámara de la Industria Aceitera que la baja participación de la molienda de soja local dentro de los países del Mercosur. El procesamiento industrial de la soja en Argentina cerró el 2022 con una baja del 10%. Sin considerar el complejo panorama que se espera para el poroto en la inminente campaña 2022/23, con los efectos del clima adverso, los datos de molienda del año pasado profundizan la tendencia bajista de Argentina en la molienda del Mercosur. En este sentido, en 2022 la participación argentina en la industrialización del bloque económico fue la segunda mas baja desde 1988.
Una problemática que derivó en una caída de la participación de la Argentina en el comercio mundial de aceite y harina de soja al nivel mas bajo desde 1998. Por tal motivo, Brasil será el primer exportador mundial de harina de soja, desplazando a la Argentina del primer lugar, por primera vez en 30 años.
Días atrás, en diálogo con este medio, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera no descartó que a mitad de año se paralice la actividad en el principal complejo generador de divisas del país. “Nosotros con el nivel de ventas actuales de soja que estamos proyectando y si no hay ningún tipo de ingreso de poroto (soja) de otros países del Mercosur, estaríamos después de agosto sin actividad en todas las plantas de molienda de la Argentina. Por los efectos de la sequía, la principal industria de generación de divisas del país, puede cerrar a mitad de año por falta de materia prima”, dijo Idígoras. Además, advirtió sobre la menor cantidad de embarques realizados y precisó que en marzo se registró una caída interanual superior al 60% en la cantidad de camiones ingresados a la zona de puertos.
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