Caída del precio del petróleo: ¿Cómo puede impactar en Vaca Muerta y los combustibles?

La guerra comercial mundial desatada por los aranceles de Donald Trump sacudieron los mercados y el precio de los commodities y dejó a las naciones en la puerta de una nueva crisis financiera global. En ese marco, las variables más golpeadas fueron el precio internacional de petróleo WTI y Brent, que se desplomaron en pocos días desde los u$s70 a u$s60, y ahora parecieran establecerse entorno a los u$s65.

Si este es el nuevo precio de referencia del petróleo para Argentina, ¿qué puede pasar con la producción de hidrocarburos en Vaca Muerta? ¿Qué pasará con las obras de infraestructura pendientes? ¿Qué puede puedar con el precio de los combustibles? ¿Bajarán?

Lo primero que hay que remarcar es que los precios del petróleo se estabilizaron este martes 8 de abril por la mañana, luego del durísimo desplome de la semana anterior. Sin embargo, todavía se mantienen cerca de los mínimos de cuatro años, del 2021 de la pandemia, ya que la recuperación de los mercados bursátiles sigue contrarrestada por los temores de recesión, exacerbados por el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, las dos mayores economías del mundo.

Así, los futuros del Brent subieron 13 centavos (0,2%) a 64,34 dólares por barril; mientras que los del crudo West Texas Intermediate (WTI) estadounidense subieron 18 centavos (0,3%) a 60,88 dólares.

El gráfico mensual revela el desplome del precio internacional del petróleo Brent.

El gráfico mensual revela el desplome del precio internacional del petróleo Brent.

Vaca Muerta en la cuerda floja: ¿siguen siendo viables los proyectos?

En Argentina el precio guía es el Brent, del Mar del Norte. Es una referencia clave para medir la rentabilidad de los proyectos petroleros no convencionales. En el caso de Vaca Muerta, muchos desarrollos requieren precios de entre 60 o 65 dólares para ser económicamente sostenibles. Por debajo de esas fronteras, el margen de ganancia se achica y algunas operadoras podrían analizar frenar nuevas inversiones. «Por ahora eso no sucede. Estamos mirando todo, todo el tiempo. Sí hay preocupación por la situación en general, nuestros planes no se detienen», dijo un CEO de una de las principales petroleras del país.

El temor que circula con un barril de petróleo por debajo de 60 es una ralentización del ritmo de perforaciones, menos fracturas hidráulicas y postergación de pozos nuevos, priorizando aquellos ya operativos o de alta productividad. Pero hoy, Vaca Muerta sigue en récord: las etapas de fractura registraron la segunda mejor marcar histórica al totalizar 1.960 punciones, apenas por debajo del máximo de 1.978 etapas de fractura de febrero anterior.

Es más, según los datos recopilados por Luciano Fucello, de la Fundación Contactos Energéticos, en los primeros tres meses del 2025 se acumulan 5.699 punciones, más de un tercio de las 17.814 etapas totales del 2024. «Es el mejor inicio de un año para Vaca Muerta, no veo que esto se detenga», reforzó el ejecutivo consultado.

Otro de los efectos negativos que generarían una incipiente preocupación es la caída del clima de rentabilidad, que podría desalentar la llegada de capital extranjero, desviando inversiones hacia mercados más seguros o rentables. Esto sí realmente podría afectar a la industria de hidrocarburos. Sin embargo, las empresas ya tienen acordados o preacordados planes de financiamiento (y colocación de deuda) previos a la crisis, que ahora buscarían ratificar con apremio.

Por ejemplo, la principal petrolera del país tiene casi listo para anunciar el financiamiento del 80% del Vaca Muerta Oleoducto Sur (VMOS). Los prestamistas son un pool de bancos comerciales privados de EEUU, entre los que figura el JPMorgan. El resultado de un próximo viaje a Nueva York terminará por definir el anuncio.

Hoy el umbral de rentabilidad para muchos proyectos en Vaca Muerta va de u$s55 a u$s65 por barril, dependiendo de la eficiencia de cada operador, la infraestructura disponible y la escala de producción. Todavía no hay luces rojas.

Los 3 motivos por los cuáles las medidas de Trump sí impactarán en los hidrocarburos

Sin embargo, el verdadero impacto se verá no tanto por los aranceles, sino por la recesión económica mundial y el cierre de mercados internacionales para los hidrocarburos argentinos. Así lo explicó Juan José Carbajales, titular del Instituto del Petróleo y el Gas de la UBA. «En primer lugar impacta porque todas las turbulencias a nivel global no ayudan a un país emergente de rentas medias como Argentina, que quiere profundizar su participación en el mercado de crudo, pero a la vez comenzar a ser un exportador neto de Gas Natural Licuado», enfatizó el consultor privado.

En segundo lugar, Carbajales dijo que afectará porque «la reacción de la OPEP plus de subir la producción y estimar que van a tener una actitud proactiva en virtud de estos vaivenes, influye directamente en el precio del crudo Brent y eso le pega el break-even de los proyectos en Vaca Muerta, si es que se perfora la barrera de los 60 dólares».

Y en tercer lugar, el titular de la consultora Paspartú dijo que también se sentirá el impacto porque Argentina está buscando off-takers para llevar adelante sus proyectos de exportación de GNL. «Justo recientemente la Secretaría de Energía aprobó el procedimiento para otorgar esas autorizaciones de exportación hasta por 30 años, o al menos no objetarlas, pero todos esos proyectos dependen no sólo del ecosistema interno, por puede ser el RIGI, de la macroeconomía, sino también de un financiamiento internacional que en esta coyuntura se hace más compleja por las tasas de interés que tendrá que pagar nuestro país«, subrayó el experto y ex directivo de YPF.

Producción de petróleo: más estabilidad que crecimiento

Aunque la baja del Brent no implica un freno inmediato en la producción de petróleo, sí podría marcar el fin del crecimiento acelerado que se proyectaba para los próximos años. Con menos inversiones, el ritmo de expansión se ralentiza, y la producción podría estancarse o incluso registrar una leve caída si se abandonan proyectos marginales. Este es otro temor, aunque en Vaca Muerta hoy todavía no es una realidad. Al contrario.

El último informe de la consultora Economía y Energía de Nicolás Arceo reveló que el sector energético tuvo una participación del 6,6% en el Valor Agregado Bruto (VAB), el nivel más alto en casi dos décadas, impulsado por el crecimiento de Vaca Muerta.

Datos oficiales de la Secretaria de Energía indicaron que en el primer bimestre del 2025 las exportaciones de combustibles y energía alcanzaron u$s1.757 millones, logrando un saldo positivo de la balanza comercial de u$s1.321 millones. Hoy se produce petróleo y gas natural como nunca antes en la historia reciente: se llegó a 742.000 barriles de petróleo equivalentes en enero pasado y a 139 millones de metros cúbicos.

Directivos de la Cámara de Exploradores y Productores de Hidrocarburos (CEPH) -una entidad que acuñó durante muchísimos al fallido ex juez de la Corte Suprema Manuel García-Mansilla como secretario ejecutivo– revelaron las perspectivas de crecimiento para 2025: «Los hidrocarburos se encaminan a superar el año récord de 1998», afirmaron. De hecho, calcularon que se llegaría a 830.000 bbl/d barriles promedio.

La CEPH estimó para este año que el «derrotero positivo de la producción y las ventas externas», fundamentalmente de petróleo, están alentadas por la «confluencia» del precio del barril de crudo local con el internacional. «Esta comunión entre el precio doméstico y externo disminuye drásticamente la incertidumbre de la inversión, impulsa la sustentabilidad de toda la cadena de valor y ayuda a la integración del país con los mercados globales», indicaron antes de la crisis por los aranceles de Trump, que no alcanzar al crudo ni al gas natural.

Los productores apuestan al desarrollo de la infraestructura para facilitar el drenaje de los recursos hacia centros de consumo y el mercado internacional; a los cambios regulatorios concretados para ejecutar grandes obras, y al fin de las restricciones cambiarias, que según dicen, ayudará a convertir a la Argentina en un país confiable como proveedor de gas y petróleo del mundo.

Qué piensan en el Gobierno y en YPF sobre la caída del precio del petróleo

En el marco de la inauguración del Duplicar Plus de Oldelval, la secretaria de Energía de la Nación, María del Carmen Tettamanti, pidió tiempo para analizar impactos. «Si uno mira la historia de las inversiones en commodities, ha habido altas y bajas, pero yo entiendo que proyectos (de infraestructura) son a muy largo plazo. Así que entiendo que en el largo plazo es algo que el negocio de la energía no solamente es viable hoy, sino que va a ser a futuro, y el potencial de Vaca Muerta no cambia«, afirmó.

Ante la consulta de este medio sobre la falta de aprobación de los proyectos RIGI, Tettamanti afirmó: «No creo que haya demora porque se están cumpliendo los plazos previstos en eso. Las empresas primero presentan el proyecto, se analiza la información. Y como a veces falta información o hay que clarificarla, hay que pedir nuevos datos, y eso tiene también plazos de respuesta».

La funcionaria remarcó que ya se aprobó el proyecto VMOS de YPF y sus seis socios, que según aseveró es «importante» para aumantar la cantidad de transporte crudo, que se calcula podría llegar a 1 millón de barriles en 2029. «Yo diría que no se demoran los RIGI. Son los tiempos que están previstos, son procesos que se tienen, porque a los proyectos hay que analizarlos bien. Las empresas que presentan esos proyectos tienen ventajas respecto a otras y tenemos que estar todos seguros de que tiene que ser así, que tienen que ingresar en el régimen», subrayó Tettamanti.

En el marco de la inauguración del Real Intelligence Center de YPF en la refinería de La Plata, el gerente general del complejo industrial, Diego Agrelo, también dio su opinión sobre el impacto de la suba del precio del barril de petróleo. «Hoy el precio del petróleo internacional cae porque los mercados tienen temor por una posible recesión global por los aranceles en Estados Unidos. El día de mañana hay un anuncio diferente en Estados Unidos o hay un anuncio de un conflicto bélico que hace incrementar el valor del petróleo y todo vuelve para arriba. Nosotros estamos trabajando en una capa estructural, vamos a ser la refinería que tiene mejores parámetros de desempeño independientemente de lo que pasa en el corto plazo para los mercados bolsáticos», explicó ante la consulta de Energy Report.

Agrelo recalcó el trabajo en el plan 4×4 que lanzó Horacio Marín y aseguró que buscan la mejora estructural de la compañía y una mayor eficiencia en la refinería a largo plazo, más allá de los vaivenes actuales. «La eficiencia nos hace resilientes a futuro, independientemente de lo que pueda pasar con el precio. Si vos tenés un negocio eficiente, sos capaz de tolerar períodos cortos de tiempo en el que el margen se cae», destacó.

¿Bajarán los combustibles en Argentina?

En este marco, otro de los efectos más esperados por los consumidores y conductores ante la caída del crudo internacional es una baja en el precio de los combustibles. Sin embargo, en Argentina esto no es automático ni garantizado. Si bien en teoría el menor costo del barril podría trasladarse al surtidor, en la práctica hay varios factores que pueden neutralizar esa baja: tipo de cambio, impuestos, inflación y márgenes de refinación, entre otros.

Además de los factores habituales, las petroleras podrían optar por no reducir precios de los combustibles para compensar menores ingresos en otras áreas del negocio.

Además de los factores habituales, las petroleras podrían optar por no reducir precios de los combustibles para compensar menores ingresos en otras áreas del negocio.

Ante la consulta de este medio, en YPF no se apresuran a confirmar una baja en los precios de las naftas y el gasoil, ya que para hacer el análisis y tomar la decisión final se utiliza un promedio mensual del valor del barril. «Hay que esperar hasta el último día del mes para ver qué pasa», sostuvieron.

El último aumento fue de 1,75% promedio en el todo el país y comenzó a regir el primero de abril pasado. Con esa suba del 1,75%, los precios de YPF en la ciudad de Buenos Aires quedaron así: $1.378 el litro de nafta súper; $1.702 la nafta premium; $1.398 litro de gasoil súper, y $1.700 litro gasoil premium.

Impacto económico y laboral en el sector energético

Una menor actividad en Vaca Muerta no solo podría impactar en la producción, sino también en el empleo y en toda la cadena de valor del petróleo. Empresas de servicios, logística, construcción y mantenimiento podrían ver reducida su actividad. Aunque no se ve hoy en día, esto también afectaría a economías regionales como las de Neuquén o Río Negro, altamente dependientes del desarrollo hidrocarburífero.

Los datos de Nicolás Arceo indican que la cantidad de empleos registrados en el sector energético alcanzó los 128.255 en 2024, el número más alto en 20 años, con una expansión centrada especialmente en la extracción de petróleo crudo y gas natural.

Pero ante la caída del precio del petróleo y ante una posible baja de la actividad, el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa se reúne en asambleas informativas en Vaca Muerta bajo el lema «La dignidad no se negocia».

Una de las principales preocupaciones del gremio es el despido de trabajadores por la incorporación de empleados desplazados de otras cuencas que llegan a Vaca Muerta en busca de nuevas oportunidades, afectando a la estabilidad laboral de los operarios neuquinos.

Conclusión: un precio que preocupa

La caída del Brent a 65 dólares plantea un escenario complejo para la industria petrolera argentina. Si bien no es una crisis inmediata, sí representa un punto de inflexión que obliga a repensar estrategias, revisar costos y reforzar políticas públicas para sostener el crecimiento del sector.

Aunque por ahora se descarta totalmente que el Gobierno vuelva a aplicar un “barril criollo”, es decir, un precio sostén interno para proteger la producción local y evitar despidos en el sector, la Casa Rosada, las provincias, las empresas y los inversores deberán encontrar un equilibrio entre mantener la producción activa, proteger el empleo y, al mismo tiempo, evitar impactos negativos en los precios al consumidor.

Fuente: Ambito.com

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