Diego Giacomini: «Sturzenegger es un gran ministro de Economía para un país como Suiza»

El economista considera que las iniciativas del expresidente del BCRA, igual que las de Luis Caputo, ya fracasaron durante la gestión de Macri. Por qué la responsabilidad de que el plan fiscal “termine como termine” será del Presidente y no del ministro de Economía.

El director de la Consultora E^2, Diego Giacomini, criticó el programa económico del Gobierno y sostuvo que el ajuste fiscal actual, que combina la reducción del gasto con el aumento de impuestos, es «ultrarecesivo». Además, señaló que mantener el cepo obliga al Banco Central a emitir pesos para comprar dólares de los exportadores, lo cual genera un descontrol en la política monetaria e «impide la existencia de un ancla nominal para controlar la inflación».  “El programa económico es un engendro que se va haciendo a los ponchazos por no haber tomado las decisiones correctas desde un principio”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Diego Giacomini es economista, profesor de grado y director de la Consultora E^2 (Economía & Ética). Fue socio intelectual de Javier Milei durante 15 años, entre 2005 y 2019, y escribieron cuatro libros juntos, el último en 2019 titulado “Libertad, libertad, libertad”. Además, fue quien acercó al nuevo presidente a las ideas libertarias de la Escuela Austríaca.

Este fin de semana, Fausto Spotorno sostuvo que el programa de Caputo es de transición y después viene uno más “mileísta”. Vos, que has sido uno de los primeros que siempre marcaba que Milei no estaba llevando adelante el plan económico que defiende como Escuela Austríaca, ¿qué opinás de lo que dijo Spotorno? ¿Creés que habrá un cambio de programa económico más mileísta en un futuro cercano?

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Disiento con lo que dice mi amigo Fausto, está equivocado y lo afirmo porque hay información asimétrica. O sea, en este sentido, Fausto tiene infinitamente menos información de la que tengo yo por una cuestión lógica.

Empecemos por lo fiscal. No es el plan de Toto Caputo, es una transformación mal hecha de un plan fiscal que hice yo en 2018 y que está en nuestro libro “Libertad, Libertad, Libertad”. Y después, a lo largo del 2020, traté de explicarle a Javier que ese plan no iba a andar bien.

¿Por qué digo que es una transformación mal hecha? Primero porque le falta toda la otra parte del plan. El plan de ajuste del gasto venía acompañado con un fuerte esquema de baja de impuestos desde un comienzo, porque tenías que ajustar el gasto, pero al mismo tiempo bajar impuestos para incentivar al sector privado a que desde el momento cero invierta para ver si podía, con la baja de impuestos, funcionar como un edulcorante para que haya inversión y una suba de la inversión compensara la baja del gasto para evitar justamente que el nivel de actividad se destrozara como se destrozó. Esta segunda parte no la hizo, es más, hace un ajuste del gasto pero con suba de alícuotas e incremento de impuestos, con lo cual se vuelve ultrarecesivo, porque baja el gasto por un lado y sube los impuestos por el otro. Por eso es una transformación mal hecha.

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Además, yo le había tratado de explicar, durante el 2020, que cometía un error al pensar que el ajuste del plan motosierra lo iba a pagar la casta y no la gente o el sector privado. Porque le explicaba que la madre del problema está en la esfera nacional más que en la esfera provincial. Es muy sencillo, las provincias gastan 16% del PBI pero pagan salud, médicos, enfermeras y hospitales; pagan educación, colegios y maestros, pagan seguridad, policías, patrulleros, comisarías y motos, y pagan justicia, juzgados, jueces y secretarios de los juzgados, salvo los federales. Todo eso lo paga la provincia. Es el 45% del gasto, y encima el último año habían cerrado con un déficit de -0.5% nada más.

Como si esto fuera poco, hay muchas provincias que tienen sus cajas de jubilaciones, o sea, también pagan jubilación. Y ahí están comprendidas la Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, que son las tres más grandes.

Dicho esto, si yo te digo que esos son 16 puntos del PBI y gastan todo eso, y del otro lado Nación gasta 23 puntos del PBI, ¿en qué gasta Nación? De los cuales solamente ocho son jubilaciones.

Entonces, le decía a Javier que, si le cortas los recursos a los gobernadores, los gobernadores se los cortan a los intendentes. Se juntan los gobernadores y los intendentes, que sí o sí tienen que hacer frente a todos estos gastos que mencioné, y van a hacer revalúos. La provincia te va a subir el impuesto inmobiliario provincial, te va a subir la patente provincial y te va a subir el ingreso bruto. El intendente te va a subir las tasas, las intendencias que tengan las patentes te van a subir las patentes y te van a inventar tasas. Con lo cual, el ajuste lo va a pagar la gente y no la casta.

Explico esto para que veas que tengo profundo conocimiento y no es como dice Fausto, sino como digo yo, el plan fiscal no es nada de Caputo y es todo de Javier Milei. Y la responsabilidad de que el plan fiscal termine como termine será del presidente, no del ministro de Economía.

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Cuando vamos a la esfera monetaria, también es un engendro mal hecho y mal transformado de cosas que escribimos en el pasado juntos. Digo esto porque no le cabía otra posibilidad de no convertirse en un engendro mal conducido y que lleva a malos resultados si vos mantenías el cepo desde el primer día, porque al mantener el cepo desde el primer día, los exportadores siguen liquidando en el Banco Central.

Al seguir liquidando en el Banco Central, el BCRA tiene que emitir pesos para comprar los dólares de los exportadores. Esto quiere decir que el Banco Central no tiene control sobre la cantidad de dinero. O sea, cuantos más dólares le traigan, tiene que emitir más pesos para comprarlos, después emitir más pases y más bopreales. Cuando eso se vuelve enorme, tienen que inventar un engendro y pasar la deuda del Banco Central al Tesoro. Con lo cual, el Banco Central pagaba 3,2% de tasa y el Tesoro paga 4,5%. Pero el problema es que los intereses del Tesoro son gasto público.

Entonces, te meten en una dinámica que viendo hacia adelante es cada vez más gasto público y más necesidad de ajuste, porque vas a gastar más porque tenés que pagar más intereses. Entonces, sucede que este programa monetario, que no abrió el cepo, que sigue la obligación de liquidar en el Banco Central y que tiene política monetaria endógena, impide la existencia de un ancla nominal para controlar la inflación y la cantidad de dinero. Entonces, por un lado está el discurso del Presidente en el IAEF -Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas-, que te habla de ancla nominal, cuando el ancla nominal no existe, porque la cantidad de dinero se reproduce constantemente.

Ahora, el problema es que tiene que recurrir a un ancla dinámicamente inconsistente, que es el 2% del crawling peg, que él mismo dijo que fijó el tipo de cambio. Entonces, como verán, todo lo monetario también es de Milei, Toto Caputo es una figurita pintada en todo esto. Por eso digo que tanto lo monetario como lo fiscal son responsabilidad del Presidente, que es economista.

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Decís que había que bajar los impuestos para que el efecto de la baja del gasto no sea recesivo, como lo fue, sino que esa baja de impuestos generara un boom de inversiones y actividad que equilibrara el efecto agresivo de la baja del gasto. Ahora, si hubiera sólo bajado el gasto y no subido los impuestos, hubiera tenido déficit fiscal. Entonces, ¿vos planteabas reducir el déficit fiscal gradualmente a lo largo de uno o dos años?

No, digo que, y esto la gente lo tiene que entender, desgraciadamente Argentina hace las cosas mal hace 15 años, para poner una fecha arbitraria. Entonces, que uno haga un plan y diga “este plan A es mejor que el plan B”, no quiere decir que el plan A hubiese terminado bien y diera buenos frutos.

Yo estaba a favor y recomendaba abrir el cepo desde el primer día y echarle la culpa al Gobierno anterior, cosa que estaba bien, porque si todo el mundo sabe que Massa había sido el peor ministro de Economía de la historia, y que había emitido 10 puntos del PBI, no había otra solución posible que salte el tipo de cambio y se acelere la inflación.

Salta el tipo de cambio, se acelera la inflación y el primer día le echas la culpa a Massa, pero después se arma un problema macroeconómico a cambio de ganar algo, que es abrir el cepo, que la política monetaria deje de ser endógena y tratar de controlar la cantidad de dinero. Esto no quiere decir que iba a terminar bien, quiere decir que, técnicamente, te abría un abanico de posibilidades para intentar hacer las cosas bien, sin saber si el resultado iba a ser bueno. Esto es un engendro.

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Entonces, es un engendro que no obtiene cosas positivas en términos dinámicos en el mediano y largo plazo. Por eso digo que, para mí, el Gobierno de Javier Milei está transitando, y esta última semana fue descarnadamente cierto, lo mejor que puede dar en esta época del año, mayo, junio y julio, donde puede mostrar que el índice de inflación, por lo menos, sigue bajando.

Pero, mirando para adelante, a partir de lo que expliqué, existe el riesgo de que la inflación encuentre un piso que no sea perforado y termine, en términos dinámicos y en el mediano plazo, teniendo un comportamiento en forma de U. O sea, la inflación encuentra un piso que no perfora, el nivel de actividad tiene forma de L y está transitando la pata de la L de abajo, pero ahora hay desequilibrio monetario, porque como sigue emitiendo, la producción de oferta de base monetaria excede la performance y el comportamiento de la demanda.

Entonces se está alimentando un desequilibrio monetario, con lo cual, más adelante, está el riesgo de que salte el tipo de cambio, y cuando esto pase, enseguida van a subir los precios mayoristas. Después, si sucede, se va a acelerar la inflación minorista y eso va a impactar negativamente en el nivel de actividad, si aconteciera.

Todo esto emerge de que, tanto como expliqué en el área fiscal como en el área monetaria, es un engendro porque se va haciendo a los ponchazos por no haber tomado las decisiones correctas desde un principio.

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Cuando analizás diciembre y enero es un aquelarre monetario macroeconómico que no tuvo nada que ver con lo que vino después en febrero, marzo y abril, lo cual te pone descarnadamente sobre la mesa la ilustración de que no hubo plan desde un comienzo y se perdió una gran oportunidad de intentar hacer las cosas bien para ver si tenían la suerte de que algo positivo pudiera salir. Porque, que la inflación baje al ritmo que está bajando de la mano de un PBI que cae, por decir, al 9% con el dato del INDEC de marzo, limpiado el rebote estadístico del campo. Porque la economía argentina, a nivel de actividad, está partida en tres pedazos hoy en día.

Tenés un 5% que está creciendo en serio, que son minas, canteras, petróleo, etcétera. Después tenés otro 10% de la economía que es el campo, que no está bien. Rebota estadísticamente porque el rebote estadístico lo subsidia la sequía del año pasado. Como el año pasado fue muy mala la cosecha, este año con una cosecha mediocre estadísticamente rebota mucho. De hecho, según el IGA de Orlando Ferreres, en abril el campo creció un 70%.

Todos sabemos que el campo perdió 35%-40% de rentabilidad en estos meses. O sea, no está bien. Estadísticamente rebota porque compara contra el desastre del año pasado. Y después tenés 85% de la economía que derrapa mal, que es comercio, construcción, industria manufacturera e intermediación financiera. Todo eso está cayendo al 10%, 15%, 20% y casi al 30%. Y esos son los grandes generadores de empleo.

Ahí te encontrás con otro fenómeno, que también muestra de vuelta la miopía del Gobierno. Están aumentando las suspensiones, está aumentando ya el desempleo. Entonces, tenés el fenómeno del sindicalista que antes tenía diez obreros en la planta X perteneciente a su sindicato y ahora tiene siete. Los siete que siguen teniendo laburo se preocupan por correrle a la inflación. Y es lo que resalta Milei, el “están empezando a recuperarse los salarios, entonces va a aumentar el consumo y vamos a salir con forma de V”.

Corrección, dijimos la miopía analítica, porque si antes había diez trabajadores con empleo y ahora hay siete, los siete que quedan pueden correr la inflación de atrás y pelearla. Pero hay tres que pasaron a tener cero ingresos, con lo cual toda la masa salarial de hoy es peor que la que había seis meses atrás. Por ende, el consumo no va a aumentar.

Ahora, si jugamos a ser austríacos, realmente monitorear y esperar que la recuperación sea en base al consumo, es como que en la cancha de Boca esperen goles de Aymar, Gallardo o el Beto Alonso. O sea, la Escuela Austríaca espera que el rebote venga de la mano de la inversión. Que dicho sea de paso, el Gobierno de Milei tiene los peores guarismos de inversión de los últimos cuatro gobiernos.

Sin fecha definida, Luis Caputo blanqueó las 4 condiciones necesarias para levantar el cepo«Tenemos a Caputo en un Ministerio, a Sturzenegger en otro, y son dos figuras que terminaron muy mal en el Gobierno pasado de Macri», declaró el economista.

Fernando Meaños: Decías que Luis Caputo es una “figurita pintada” porque las medidas y decisiones las toma Javier Milei. ¿Qué expectativas tenés con el inminente ingreso de Federico Sturzenegger al Gabinete nacional? Sobre todo porque se habla de una agenda de desregulación y modernización de la economía, en paralelo a lo macro, pero que podría ser útil para el incentivo a las inversiones. 

Creo que Federico Sturzenegger es un gran ministro de Economía para un país como Suiza.

Su nexo y su conocimiento de la economía real de Argentina, de las empresas, de los sectores productivos, etc., está lejos del que se necesita para una Argentina en esta situación.

FM: ¿Tampoco te merece alguna confianza que el Gobierno implemente, con un Ministerio aparte, esta agenda de desregulaciones? ¿Eso podría traer algún impacto en materia de actividad económica?

Primero hay que ver cómo se le vende a la sociedad eso, porque tenemos a Caputo en un Ministerio, a Sturzenegger en otro, y son dos figuras que terminaron muy mal en el Gobierno pasado de Macri, donde lo que hicieron llegó a muy mal puerto. Entonces, es como que Argentina en el próximo Mundial lo juega con Sampaoli de técnico o con Bielsa. Bastante complicado que la gente genere expectativas positivas a partir de esos nombramientos y ese equipo.

FM: ¿Te parece que ahí va a haber un escenario de conflicto, al margen de las políticas, por las personas?

No por las personas entre ellos dos, sino porque son dos figuras que ya estuvieron y lo que hicieron fue malo y terminó peor. Entonces vos estás apostando a alguien que probablemente el mercado ya le picó el boleto.

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