Las principales financieras están reduciendo la cantidad de transacciones que concretan, según distintas fuentes. El miedo a operativos pesa, pero también tiene que ver con la volatilidad del precio
Las operaciones cambiarias en la City porteña, donde se concentra el grueso del mercado cambiario informal y se provee la mayor parte de los billetes para las transacciones de dólar libre en el resto del país, se redujeron fuertemente este miércoles según distintos operadores y cambistas. La advertencia que hizo anoche el ministro de Economía y precandidato presidencial, Sergio Massa, respecto a que iba a “hacer sentir el rigor” de la agencia antilavado en el mercado cambiario informal pesó sobre las financieras más importantes de la plaza que están informando a sus clientes que hoy no realizarán negocios. Ayer el billete estuvo cerca de tocar los $600 para la venta por primera vez.
“Aparentemente van a realizar allanamientos. Y revisar mochilas. Nadie va a vender dólares. Hoy no se mueve mucho el mercado”, escribió por Whatsapp un operador de una de las principales cuevas de la City a uno de sus clientes.
El mercado informal porteño tiene distintos niveles. Los arbolitos y pequeños negocios que, bajo la fachada de otras actividades comerciales, venden montos menores a pequeños ahorristas y ofrecen cambio a turistas son la parte más visible del mercado. Pero no la más voluminosa.
Los negocios más grandes se realizan en tres financieras, las más importantes, que son las que en base a sus posturas de compra y venta marcan el ritmo para el resto de operadores de mayor o menor tamaño. Las divisas que utilizan como insumo suelen surgir, mayormente, de sobrefacturación de importaciones (importadores que hacen figurar montos de compras al exterior mayores a los que realmente pagan, de manera tal de quedarse con un excedente para inyectar al mercado paralelo). Estas financieras son las que proveen los precios a los servicios de información financiera y agencias internacionales de noticias, que son las que elaboran las series históricas diarias de dólar libre.
Precisamente esos son los grandes jugadores que hoy, como mínimo, se mueven con perfil bajo.
La salida del mercado de esas financieras sin embargo no frena a cero a las compras y ventas que se realizan bajo el radar de la AFIP y el Banco Central. Cuevas más pequeñas, que obtienen sus divisas de las ventas de ahorristas que necesitan pesos para afrontar pagos y turistas del exterior se mantienen en funcionamiento. También los pequeños cambistas. Y mucho más las cuevas y casas de cambio lejanas al Microcentro, del Gran Buenos Aires o Ciudades del interior del país. Es prácticamente imposible frenar a todo el mercado paralelo al mismo tiempo.
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