Por su parte, el titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Natalio Mario Grinman, optó por una posición más moderada, aunque se mantiene a la espera de mayores definiciones y demuestra cierta inquietud por el aumento de las cargas fiscales. “Es muy bienvenido el anuncio de corrección del abultado desequilibrio de las cuentas públicas y que se ataque la raíz del problema y se deje de poner parches como lo son los controles de precios y las restricciones por doquier”. Sin embargo, asume que el “cómo” es un gran desafío, y espera que “tan pronto la situación mejore, las medidas de excepción se eliminen”.
Misma línea asume en principio la Unión Industrial Argentina, a cargo de Daniel Funes de Rioja, organismo que considera que “son medidas de austeridad razonables en el contexto” pero aguardan a mayores detalles “para estar seguros de que la competitividad argentina permite exportar con las nuevas condiciones”.
Para, Román Guajardo, el Presidente Unión Industrial Región Rosario, mensurar el impacto de las medidas también es prematuro, pero puntualiza que el esquema de salida de las SIRAS es lo que más interrogantes genera. “Reemplazaremos el sistema SIRA de importaciones por un sistema estadístico y de información que no requerirá de la aprobación de licencias. Se termina así la discrecionalidad y se garantiza la transparencia del proceso de aprobación de las importaciones. El que quiera importar, ahora podrá hacerlo, y punto”, anunció Caputo.
Bajo esa premisa, se pregunta qué sucederá con la deuda comercial acumulada -en más de USD 50 mil millones” y el seguro de cambio. Pero también aguarda detalles por la cotización final de los tipos de cambio para exportar e importar, y mantiene precaución tanto con el impacto del aumento de las tarifas en precios como con la vida útil de las pymes industriales en el corto plazo.
Por último, Gustavo Weiss, titular de la Cámara de la Construcción (CAMARCO), expresó su disconformidad con el fin de la obra pública y cancelación de las licitaciones aprobadas. “El problema del fin de la obra pública y que la hagan los privados en el mundo, es que eso solo representa el 7% de la inversión total en infraestructura, no hay negocio para que los privados hagan mucho más que eso. No va a haber mucha obra en infraestructura”, advirtió.
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