“Estamos evaluando las medidas. En este momento seguimos discutiendo formas de fortalecer el programa y salvaguardar la estabilidad ante la severa sequía”, destacó esta noche el FMI por medio de un vocero.
“Como dijimos anteriormente, esto incluye políticas para mejorar la sostenibilidad fiscal y fortalecer las reservas, ambas esenciales para reducir la inflación, protegiendo al mismo tiempo a los más vulnerables”, agregó el organismo que encabeza Kristalina Georgieva.
La declaración llegó luego de la primera jornada de las medidas que anunció Sergio Massa el fin de semana luego de que viernes pasado el Indec diera a conocer otro salto inflacionario: 8,4 por ciento en abril y una cifra interanual de 108,8 por ciento.
Massa se reunió con algunos de sus funcionarios en el Ministerio de Economía durante el fin de semana para analizar las reacciones del mercado ante el negativo dato de inflación, tras lo cual se conoció una suba de 600 puntos básicos en la tasa de interés y se estableció una hoja de ruta para la puesta en marcha de las medidas.
A grandes rasgos, el paquete de medidas estuvo basado en ese reajuste en la tasa de referencia del BCRA, el aviso de que insistirá con la intervención con reservas para mantener a raya los dólares financieros, y un grupo de decisiones para administrar el comercio exterior de manera más minuciosa, advertencias sobre la apertura de importaciones de algunos insumos, junto con un abaratamiento del Ahora 12 y un plan de facilidades fiscales. Quedaron más rezagados en las prioridades del Palacio de Hacienda, por el momento, anuncios más macro, principalmente en términos fiscales y de gasto público.
La voz del Fondo
Es el tercer comunicado del FMI desde la corrida cambiaria de fines de abril. Todos son en un tono similar, confirmando el trabajo conjunto para reformular el acuerdo firmado hace poco más de un año. “La sequía fue un game changer”, le reconoció ante Massa Gita Gopinath, la segunda del FMI, en su último viaje a Washington a comienzos del mes pasado, cuando se tomó de decisión de comenzar a discutir los cambios en el acuerdo. “Está todo sobre la mesa”, dijo el ministro de Economía para definir el alcance de las posibles modificaciones. Eso incluye las metas fiscales, la de acumulación de reservas y la cantidad y las fechas de los desembolsos. En el Palacio de Hacienda esperan conseguir un front load, un adelantamiento de todos los fondos que tendrían que llegar este año, unos USD 11.000 millones.
La semana pasada, en un breve comunicado, también un vocero del organismo destacó que “los equipos del FMI y del Ministerio de Economía continúan trabajando constructivamente para fortalecer el programa respaldado por el Fondo en el contexto de la sequía muy severa”.
Además, agregó que “las discusiones están en curso de manera virtual y se espera que los equipos tengan varias reuniones esta semana para avanzar con el programa”. “Las conversaciones avanzan constructivamente con el objetivo de rebalancear el programa por el impacto de la severa sequía”, agregaron en ese momento en Economía.
Las negociaciones las encabezan el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y el jefe de asesores de Massa, Leonardo Madcur, desde Buenos Aires; y, por el lado del Fondo, Luis Cubeddu, encargado de la misión argentina dentro del organismo. Por el momento no hay previstos viajes a DC de parte de los funcionarios argentinos.
Massa viajará a fin de mes a China, a la reunión de banco de los BRICS que preside Dilma Rousseff, donde buscará conseguir garantías para financiar exportaciones de empresas brasileñas al país, y luego podría ir nuevamente a la capital de EEUU. En su entorno confían que sea para rubricar el nuevo acuerdo, modificado, con el FMI.
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