El ministro negador y la incertidumbre por los dólares que no llegan

No habrá canje. Tampoco repo del BIS. Ni fondos del FMI. La pregunta, entonces, es de donde saldrán los dólares para pagar los vencimientos en 2025.

El Gobierno se apoya en el boom del blanqueo, en la baja de los dólares paralelos (quebraron la barrera de $1.200) y la compra de divisas en el mercado oficial por parte del BCRA para extender el «siga siga» de la economía pero sin encontrar la manera de explicar cómo pagará la cuenta del 2025. Luis Caputo y el BCRA se encargaron esta semana de desmentir o negar rumores que circulaban en el mercado.

El primero, que el DNU para agilizar un eventual canje de deuda fue un mensaje subliminal al mercado. El ministro negó ante banqueros de Wall Street hace dos semanas que vaya a realizar un reperfilamiento amistoso: «No va a haber ningún canje».

Después salieron a negar que esté cerrado un préstamo con el BIS para que suban las reservas. «Nada que ver», dijeron. Y más recientemente el ministro volvió a negar que estén buscando los dólares del blanqueo vía la emisión de Letes, como se especuló en las últimas horas.

La pregunta, entonces, es de donde saldrán los dólares para pagar US$ 10.000 millones en vencimientos (sumando Bopreales) que caen durante el 2025.

Economía ya depositó en el exterior (en la cuenta del Bank of New York) los intereses del vencimiento de enero por US$ 1.500 millones. Le falta conseguir el capital y lo que resta para junio (capital e intereses). Una sugerencia que le hacen algunos consultores como Marina Dal Poggetto («mentora» de Federico Furiose, director del BCRA y del círculo cercano de Caputo) es que eliminen el dólar blend.

El Gobierno «regala» 20% de la liquidación de exportaciones al CCL y deja de acumular reservas (que necesita y no tiene). Por ahora el Gobierno se muestra reacio a cortar esa canilla pero con la brecha más baja y el impacto del plan «cero pesos», podría estar en revisión el año que viene. 

Quienes miran los números con obsesión ya detectan problemas serios en la dinámica del sector externo. «Sigue siendo el riesgo central de 2025 si hay statu quo cambiario», afirma la consultora 1816. En el bimestre julio-agosto, la Argentina tuvo déficit de cuenta corriente base caja superior a US$ 2.900 millones.

«Algo que, sacando un bimestre de 2023, no se veía desde antes de la crisis de Macri del segundo trimestre del 2018», acotan los ex Banco Mariva.

Ese déficit es, según 1816, resultado de 3 cosas:

  1. El blend, que hace que solo una mínima parte del superávit comercial entre reservas.
  2. La apreciación del peso en el tipo de cambio financiero, que llevó a máximos de varios años la salida de dólares por turismo (el sector no pasa por el oficial hoy, pero hay que tener en cuenta en estos números para pensar escenarios de unificación).
  3. Los intereses de deuda, que por el riesgo país todavía no pueden refinanciarse en el mercado.

En el primer semestre de este año el BCRA acumuló reservas, pero por un tipo de cambio muy alto (que ya no está) y, sobre todo, por la calendarización de importaciones. Hacia adelante, la consultora que es referencia para los banqueros de la City, ve 3 alternativas que pueden combinarse: 

  1. Se libera el tipo de cambio para que la balanza de pagos «ajuste por precio», algo que parece improbable en el corto plazo,
  2. Se elimina el blend (lo que, para exportaciones en 2025 de US$ 82.400 millones implicaría mayor oferta en el dólar oficial de US$ 16.500 millones versus el esquema actual). Pero esto arriesgaría la estabilidad del CCL (aunque se podría mitigar eso con algo de intervención), y/o
  3. Financiamiento en dólares no tradicional (repo, Letes, FMI y/o BIS).

La respuesta a este dilema oficial no existe. «Van a esperar a ver cómo sigue todo. Ver qué logran negociar con el Fondo, si baja el riesgo país a niveles que les permita rollear… No veo que sea algo en lo que están apurados en resolver. Y a pesar de esa incógnita los activos argentinos siguen bien, especialmente los bonos», resumía un banquero privado.

La falta de dólares se enmarca en un contexto donde el Gobierno fogonea las importaciones (con baja de aranceles, quita del impuesto PAIS), el país se encarece notablemente en dólares (lo que se ve en la balanza del sector externo) y crecen los tours al exterior de los argentinos.

Lo cierto es que el Gobierno gana aire en lo económico pero crecen las dudas en lo político. El desgaste en la imagen y gestión nadie sabe dónde termina.

Federico Aurelio, el consultor predilecto de Milei, le mostró los últimos datos que demuestran la caída (de 6 puntos) y el alerta en temas «piantavotos» donde el Presidente tomó una decisión clara: el veto al financiamiento universitario (ahora) y el veto al aumento de jubilados. Todo eso, dice Aresco, erosiona la popularidad de Milei.

Si bien en todos los escenarios de las elecciones del 2025 Milei gana (por ahora) con mucha distancia, lo cierto es que hay pelea cabeza a cabeza en bastiones impenetrables para el oficialismo y sus aliados, que es la provincia de Buenos Aires. El distrito gobernado por Axel Kicillof muestra que el boom libertario todavía no caló lo suficiente.

Milei se siente invencible. Y no hay nadie que lo pueda opacar. Elije sus enemigos cuidadosamente y hasta vuelve a poner en «tema» a figuras de la política desaparecidas como Horacio Rodríguez Larreta, ex jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires y fallido pre candidato. El «siniestro mentiroso» como lo llamó el Presidente en campaña y así lo sigue nombrando (este jueves volvió a llamarlo así) tendrá su chance de criticar al Presidente en el exterior.

Rodríguez Larreta va a ser el expositor en una charla llamada «Argentina: encontrar el centro en la era del populismo de derecha», que el Georgetown Americas Institute (GAI) organizó junto a Alejandro Werner, el director fundador del GAI. «Le va a pegar para que tenga y para que guarde», dice un allegado al ex jefe porteño.

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