Según distintos relevamientos sectoriales, privados y del propio Gobierno, la industria se expandió con fuerza en los primeros tres meses del año. De todas formas, hay señales de alerta que podrían torcer la tendencia.
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“Datos adelantados de marzo son positivos, aunque la sequía continuará afectando. En marzo, la producción automotriz creció 25,4% interanual y 5,8% respecto a febrero; registrando la mayor producción para un mes de marzo desde 2013. Por su parte, los despachos de cemento se incrementaron 5,6% i.a. y 3,1% frente a febrero y presentaron el segundo mejor primer trimestre desde al menos 2004”, detalló el estudio, el que se agregó: “En cambio, la molienda de oleaginosas presentó una nueva contracción del 23,4% vs. 2022 (acumuló una merma del 27,9% en el primer trimestre del año), aunque respecto a febrero creció un 9,2%”.
Otro dato positivo sectorial se conoció este martes: según ADIMRA, la actividad metalúrgica registró durante marzo un aumento del 1,1% en términos interanuales y acumuló un crecimiento de 1,6% durante el primer trimestre del año. “De esta manera, la actividad del sector se mantiene por encima de los niveles de 2019, aclararon desde la entidad.
En tanto, de acuerdo al último relevamiento de la CAME, la producción de la industria manufacturera pyme aumentó 2,4% interanual en marzo, mientras que en la comparación frente a febrero se mantuvo sin variación, para acumular una mejora del 5,2% en los primeros tres meses.
“Si bien la demanda sigue firme por ahora, hay empresas que dudan que pueda sostenerse ese ritmo en los próximos meses si no se estabilizan los costos”, remarcaron de todas formas desde la entidad.
Proyecciones privadas
Por su parte, el Índice de Producción Industrial que elabora la consultora Orlando Ferreres registró un crecimiento en el primer trimestre del 1,6% anual. Aunque, según proyectaron desde la firma, “seguramente pasará a cifras negativas para el segundo cuarto, que se espera más difícil en materia de actividad”. “Hacia adelante, las principales dificultades de la industria (trabas a las importaciones, menor consumo, inflación) no son variables que esperamos que vayan a mejorar, por lo que la contracción de la actividad parece inevitable”, explicaron en su último informe al respecto.
En tanto, desde Fiel señalaron que “la industria seguirá mostrando desempeños sectoriales diversos, enfrentando un escenario de mayores restricciones en el acceso a las divisas en el que se profundizará la contracción de la actividad agregada”.
En ese contexto, al analizar los datos del primer bimestre, desde LCG proyectaron: “Con un año 2023 castigado por una severa sequía que se estima reste en torno a u$s15.000 millones de exportaciones, esperamos que las regulaciones al acceso de insumos importados se mantengan y/o profundicen para conservar los niveles de reservas. Esto afectará la operatividad de la industria, por lo que proyectamos una caída de hasta 5,5% promedio anual respecto al 2022”.
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