Vaca Muerta: Cómo es el nuevo «cerebro» que controla la red de ductos de Oldelval

La compañía encargada del transporte del petróleo de Vaca Muerta puso en marcha su nueva sala del Centro de Control. El complejo tiene casi 240 metros cuadrados y cuenta con innovaciones tecnológicas para eficientizar el monitoreo y la operación de los flujos que recorren cientos de kilómetros.

Oleoductos del Valle (Oldelval) puso en marcha su nueva sala del Centro de Control, un verdadero «cerebro» equipado con la última tecnología para monitorear y operar los ductos que recorren cientos de kilómetros para llevar el petróleo de Vaca Muerta al puerto y las refinerías.

Las instalaciones comprenden una superficie total de 238 metros cuadrados, ya que se anexó al tradicional Centro de Control un nuevo espacio de 60 metros cuadrados. La puesta en marcha de este nuevo cerebro de Oldeval tomó un año, dado que debieron destinarse 20.000 horas de trabajo al armado de las nuevas instalaciones.

Las nuevas instalaciones permiten monitorear en tiempo real cada aspecto de la operación del transporte de petróleo de la red de Oldelval que es la más grande de todo el país, desde el bombeo de crudo hasta las más pequeñas variaciones de presión.

Además, mediante sistemas avanzados de adquisición de datos y algoritmos de análisis, los operadores pueden tomar decisiones informadas y responder de manera oportuna ante cualquier eventualidad y cumpliendo siempre con los marcos normativos, ya que en la nueva sala de control se pueden registrar y reportar datos de forma automática, facilitando las auditorías y demostrando el cumplimiento de las normas vigentes.

El complejo ubicado en el predio de la empresa de Cipolletti, Río Negro, cuenta además con una Sala de Contingencias que está conectada a la Sala de Control a través de paños vidriados que son smart glasses, con lo cual permite la visualización de las operaciones y de ser necesario también el cierre del espacio sin interrumpir la operación.

La Sala cuenta con tecnología de punta como un smart glass para separar los espacios clickeando un botón, de ser necesario.

En la sala se cuenta con un mueble – archivo para planos con opción en formato digital y posee una gran pantalla de seis metros de largo con información en tiempo real do todo lo que está sucediendo a lo largo del sistema de ductos.

Desde la firma se destacó que el rol de esta sala es «asegurar el óptimo funcionamiento de los distintos sistemas de ductos, permitiendo coordinar de forma segura los distintos puntos de carga y descarga de hidrocarburos del sistema. Las decisiones que se toman y las acciones que se definen allí, impactan en el desempeño de toda la red de transporte».

Y se destacó que su función es clave para garantizar que las operaciones se lleven a cabo de manera eficaz, efectiva y segura, resguardando la integridad de las personas, las instalaciones y el medio ambiente.

Dado que el «cerebro» de Oldelval funcionará ininterrumpidamente, los 365 días del año, la adaptación ergonómica de sus instalaciones fue cuidada con esmero cumpliendo la norma ISO 11064, por lo que se priorizaron aspectos determinantes para la funcionalidad del espacio, como la superficie de la sala, la climatización, la iluminación, accesibilidad y el mantenimiento.

Es por esto que por ejemplo el mobiliario es adaptable en altura, lo cual permite trabajar sentado o parado. Pero a su vez, se cuenta con un núcleo de servicios que posee dos baños y una kitchenette y un espacio para realizar actividad física sin descuidar las actividades de supervisión.

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