La actividad en la roca madre exigirá creatividad para acelerar la producción de cara al 2030. El rol del dualfrac, las arenas silíceas y las ramas laterales.
En diálogo con +e, Ernesto Díaz sostuvo que habrá tres pilares fundamentales para lo que viene en Vaca Muerta: el dualfrac o simulfrac, la distancia de las arenas silíceas y las ramas laterales.
“En lo que tiene que ver el dualfrac o simulfrac, Argentina se aceleró el aprendizaje por la falta de disponibilidad de equipos, pero en Estados Unidos ya es una tendencia clara y la adopción es cada vez más rápida por temas de eficiencia y reducción de costos”, subrayó el vicepresidente para Latinoamérica de la consultora Rystad Energy.
Díaz trazó un paralelismo entre Vaca Muestra y Permian. Si bien en la cuenca neuquina se avanzó con esta técnica debido a los problemas con las importaciones, en la cuenca estadounidense se implementó esta forma de trabajar para bajar los costos. “Es una de las grandes tendencias que cada vez va a pisar con más fuerza en el país”, subrayó.
Otro de los factores que tendrá influencia en Vaca Muerta será la distancia de las arenas silíceas. “Cada vez se irá más hacía una tendencia que tiene que ver con la cercanía para reducir los costos. Ya no importará tanto la calidad de la arena, sino más bien el volumen y la capacidad de suministro. Es decir, ganará protagonismo las arenas de Río Negro desplazando a Entre Ríos y a Chubut”, aseveró.
El tercer factor son las ramas laterales. La roca madre ha avanzado rápidamente en este punto a lo largo de los años. “Las ramas laterales serán cada vez más largas en Vaca Muerta. Obviamente está todo relacionado con el volumen de arenas y con la capacidad de los equipos de perforar ramas cada vez más largas”, aseguró Díaz.
Esas son las tendencias de lo que están predominando en la industria hidrocarburífera de Estados Unidos y se espera que cada vez tome más fuerza en Vaca Muerta.
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