La mesa chica cegetista analizó el escenario del balotaje con Antoni Gutiérrez-Rubí, el asesor estrella del postulante oficialista, y no hará por ahora el acto en el interior. Los consejos que les dio a los sindicalistas y la estrategia que se definió
Sergio Massa envió a Antoni Gutiérrez-Rubí, su consultor estrella, a la reunión ampliada de la mesa chica de la CGT para alinear la estrategia sindical a la que mantiene el candidato de Unión por la Patria: por eso se decidió postergar cualquier acto masivo hasta después del debate presidencial del 12 de este mes para no espantar al electorado independiente y se acordó cómo será el aporte cegetista a la campaña.
De esta forma, quedó en suspenso el acto en Santiago del Estero que quería realizar la CGT en los próximos días, pero “no se canceló”, según aclaró un jefe sindical: luego del debate, no se descarta concretar una movilización organizada por la central obrera en el interior (en el nordeste o en la Patagonia) o en la ciudad de Buenos Aires para apuntalar el “voto trabajador” en favor de Massa.
Gutiérrez-Rubí estuvo en la reunión que una decena de dirigentes de la CGT mantuvo esta tarde en la sede de UPCN, en Moreno al 1300, adonde llegó por un pedido específico del ministro-candidato, que este miércoles estuvo de viaje en La Pampa y Mendoza (por eso también suspendió el encuentro que tenía programado con Hugo Moyano y sus hijos Facundo, Huguito y Jerónimo).
Según el consultor de Massa, “lo que viene no es un balotaje sino un plebiscito sobre cada candidato”, pero advirtió que hay que desarrollar la campaña con mucho cuidado porque las encuestas que maneja Unión por la Patria “dan que hasta ahora hay un empate técnico” con Javier Milei. “Aunque hay posibilidades serias de ganar las elecciones, no hay que darlas por ganadas”, señaló.
Por eso pidió que la CGT se alineara con la estrategia electoral de Massa hasta el debate presidencial, que tendrá lugar el 12 de este mes, ya que la prioridad es captar al electorado independiente con señales de moderación y del objetivo de buscar la unidad nacional, sin agresiones de ningún tipo.
En ese sentido, uno de los consejos que dio es postergar la realización de actos masivos, al menos hasta el debate, y apuntar a sumar el voto de la mujer y de la familia del trabajador.
De todas formas, el consultor massista alertó que será clave respetar la orientación general de la campaña porque el electorado no está mayoritariamente definido: “La gente decide su voto 48 o 72 horas antes de votar”, aseguró. Y otro factor que pidió tener en cuenta es que en la segunda vuelta se elegirá entre Massa y Milei, pero también habrá una fuerte tendencia a votar en blanco.
Los sindicalistas, a su vez, se comprometieron ante Gutiérrez-Rubí en mantener la estrategia de campaña que siguieron hasta ahora, con mensajes en la redes y asambleas en los lugares de trabajo para pedir el voto a Massa, advirtiendo que si Milei gana las elecciones, mucho más después de su pacto con Mauricio Macri y Patricia Bullrich, los trabajadores “perderán sus derechos”.
Cuando el consultor español abandonó la reunión, los dirigentes cegetistas evaluaron lo conversado y acordaron difundir en breve una declaración de la central obrera para exponer “las necesidades de los trabajadores formales e informales” y de impulsar “políticas públicas para que se produzca una transición del empleo informal al formal”, haciendo hincapié en que “el proceso de estabilidad económica no recaiga en las espaldas de los que más ayuda necesitan”.
Participaron del encuentro los cotitulares de la CGT Héctor Daer (Sanidad), Pablo Moyano (Camioneros) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), además de Andrés Rodríguez (UPCN), Armando Cavalieri (Comercio), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Sergio Romero (UDA), Jorge Sola (Seguro), Julio Piumato (judiciales), Abel Furlán (UOM), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Omar Plaini (canillitas), Hugo Benítez (textiles) y Pablo Flores (AFIP), entre otros.
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