Las exportaciones de crudo de Neuquén equivalen al 62% del saldo favorable de Argentina. En el último año crecieron un 57%.
El desarrollo de Vaca Muerta, todavía en etapa incipiente en términos de su incidencia posible, ya implica exportaciones equivalentes al 80% del saldo favorable en la balanza comercial energética argentina en el primer semestre del 2024, de u$s 2700 millones. Se trata de los u$s 1960 millones informados por el gobierno provincial, que tienen como base un salto histórico de los envíos de crudo, que crecieron un 57% en la primera mitad del año.
Sin dudas la noticia de la semana fue la definición del punto exportador del GNL del futuro, en Punta Colorada, una decisión que sumó el pronunciamiento de la gigante mundial Petronas, socia de YPF en el plan que podría modificar parte de la estructura económica hacia el 2031.
Por fuera de este proyecto de máxima para el shale neuquino en el mercado mundial, las productoras saben que la estricta actualidad, en términos de volumen e ingresos está caracterizada por la expansión del petróleo, subido al vértigo histórico de un crecimiento sin registros en 105 años, como lo marcan los datos oficiales.
Este momento de la última década en los no convencionales supera techos históricos, que provocan excedentes que encuentran su camino hacia Chile (40% de los envíos por OTASA) y hacia puertos de ultramar por la costa Atlántica, en Bahía Blanca, en Puerto Rosales.
En buena parte de la breve historia no convencional los interrogantes pasaron por la necesidad de vías de transporte. El recurso, la roca, siempre estuvo, como hace millones de años, y el conocimiento en el terreno fue ese valor agregado que las principales desarrolladoras afianzaron para este despunte impulsado también por un puñado de jóvenes ingenieros.
Junto con la variante política (los vaivenes y el atolladero de las preguntas macroeconómicas del largo plazo), la necesidad de inversiones en redes que permitieran canalizar los excedentes configuraron durante años el principal desafío. El interrogante no está despejado del todo. Pero en los últimos tres años la producción tuvo (y tiene) el aliciente de nuevas vías de bombeo, que resultan determinantes en el contexto actual.
La tendencia a la liberalización de precios en el mercado doméstico, desde ya que es central (y también genera parte de las preguntas de la política y el impacto social). Pero los 76,8 dólares en promedio del valor al que vendieron su crudo las petroleras al exterior es un estímulo clave en ese proceso de crecimiento. Otro tanto para el gobierno neuquino, el principal promotor político en 15 años, que este año tendrá cerca del 50% de su presupuesto atado a las regalías del sector
Desde la perspectiva del gobierno nacional, es una ventana como las que casi no tiene para el ingreso de divisas. El estrago económico que hereda requerirá de condiciones que eviten esos recurrentes períodos de bonanza que decantan en las crisis de “restricción externa” con impacto en el BCRA y la vida de millones de argentinos.
En ese contexto, los 400.000 barriles diarios de Neuquén tienen margen para seguir creciendo y dar nuevas respuestas a la macro vernácula. La inercia va en ese sentido, como se dijo, apuntalada en las redes que permitirán más transporte de crudo (en el corto y el largo plazo). Julio cerró con el tercer registro histórico de etapas de fractura (1658), el indicador más claro de la actividad -en el primer semestre también se perforaron 195 pozos-. La demanda doméstica, a la baja en plena estanflación, establece menos presión del abastecimiento interno. Y también es un indicador económico-social, una suerte de neón centelleante en la expectante meseta de la paciencia de millones de argentinos que advierten que el “cambio” quizás demora más de la cuenta.
Por fuera del salto del crudo no convencional (hoy el 93% del total de Neuquén), la producción de gas permitió suplantar importaciones en el primer semestre. Las exportaciones en este concepto bajaron de u$s 331 millones a u$s 243 millones. También en esa faceta de la producción las redes de transporte explican una clave de lo que viene: como lo informó Mejor Energía, Enarsa espera que a mediados de septiembre esté operativa la reversión del Gasoducto Norte, ese camino que permitiría dar un paso adelante en los envíos de gas desde Neuquén, sobre todo durante la baja de temperaturas, el momento en el que las productoras necesitan incentivar colocaciones adicionales para sostener los niveles de actividad de ese segmento. Desde ya, en una proporción minúscula respecto de todo el potencial, a la espera de la concreción definitiva del plan del GNL por la costa de Río Negro.
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