Con Ganancias resuelto, la CGT reorienta la negociación con Massa hacia las obras sociales

Los “gordos” buscan blindar $132 mil millones del Presupuesto a favor de las prestadoras de salud de sus gremios.

  • La CGT respaldó la decisión de Sergio Massa sobre Ganancias

  • El Gobierno exceptuará de Ganancias los adicionales salariales de 600.000 trabajadores

  • La CGT intentará convencer a Sergio Massa de establecer un mecanismo automático de asistencia por $132 mil millones a favor de las obras sociales sindicales, luego de haber recibido con alivio los anuncios de Economía sobre exenciones en el pago del impuesto a las Ganancias. Será el próximo hito a negociar con el ministro junto con otra medida destinada a sumar puntos para el oficialismo en la elección, y eventualmente para el propio Massa en caso de decidirse por competir: una suba extraordinaria en el piso de ingresos de los trabajadores municipales de la zona metropolitana hasta llegar a un rango de $140 mil, casi 80% por encima del promedio de buena parte de las intendencias bonaerenses.

    Ambos ejes formaron parte de las conversaciones que mantuvo la mesa chica de la central obrera con el funcionario. En una de ellas, con la participación de dos cotitulares, Héctor Daer y Carlos Acuña, junto a Gerardo Martínez (albañiles, Uocra), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Andrés Rodríguez (estatales, UPCN) y Jorge Sola (personal del seguro), Massa se comprometió a analizar la eventual implementación de una resolución sobre los fondos de las obras sociales.

    Se trata de una discusión que la CGT mantiene con Alberto Fernández y su Gabinete desde 2021: en esa oportunidad el Presidente se comprometió a compensarles a las obras sociales sindicales el equivalente al valor de los servicios de educación y transporte que les brindan a sus afiliados discapacitados. Son dos rubros que consumen más de la mitad de los fondos destinados a discapacidad, y buena parte de todo lo que insume el sistema. Sólo para este año se calcula que el déficit de recursos para ese fin será de $132 mil millones.

    Hasta ahora la central obrera consiguió que el Ejecutivo incluyera en el Presupuesto 2023 un capítulo destinado a prestaciones de salud de emergencia con fondos asignados por hasta $184 mil millones. Pero naufragó la posibilidad de blindar esos recursos a favor de las obras sociales una vez que la oposición se negó a votar uno de los artículos que consagraban los recursos para esas entidades. Desde entonces la CGT negocia con Massa una resolución puntual para que el grueso de esa partida termine como alivio financiero para sus prestadoras.

    El ministro sólo les aseguró que lo estudiaría. La respuesta está en línea con otras dadas por el mismo funcionario y otros ministros del equipo económico a la misma requisitoria de la central obrera. Y guarda relación con el histórico uso político que cada Gobierno le dio a los recursos con destino a las obras sociales. Sobre todo, con Massa como el candidato presidencial favorito por los gremialistas pero aún lejos de oficializar una postulación.

    El otro tópico de las negociaciones, el sueldo de los empleados municipales, está en agenda del oficialismo desde hace tiempo. Como publicó este diario en enero, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, tiene en carpeta medidas para apuntalar los ingresos de cientos de miles de empleados municipales del distrito sobre todo en intendencias donde los ingresos de ese personal apenas arañan los 25 mil pesos por mes.

    Esa política de ingresos magros, que sostienen en muchos municipios independientemente de su color político, atenta contra el interés de esos empleados de votar por el Frente de Todos, según tomaron nota en varios espacios del oficialismo. Entre las medidas en estudio figura la convocatoria a una suerte de paritaria nacional de municipales, aunque la resisten desde Raquel “Kelly” Olmos hasta buena parte de los jefes comunales involucrados.

    El avance en estas tratativas, así como el anuncio por Ganancias, mejoró el clima entre la CGT y el equipo económico en las vísperas de un acto previsto por la central obrera para conmemorar el Día del Trabajador, una convocatoria que prevén realizar inmediatamente antes o después del 1 de mayo en un estadio cerrado. Allí se dará lectura a un documento que, todo indica, tendrá un tono mucho menos beligerante al que se preveía antes de anunciarse el alivio en el pago del tributo

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