Actividad económica: primeros datos de julio son alentadores pero, ¿qué tipo de rebote espera el mercado?

Después de un par de meses marcados por la ambigüedad en indicadores e inestabilidad del proceso de recuperación, los primeros datos vinculados a la actividad económica de julio fueron alentadores. Sin embargo, los especialistas que dialogaron con Ámbito remarcaron que la sostenibilidad de este repunte depende de variables como el consumo y las reservas, que lejos están de garantizar firmeza para los próximos meses.

Cuando la economía pareció encontrar un piso en marzo, el Gobierno se animó a sostener que en los meses subsiguientes se iba a verificar un rebote en “V”. Si bien hay sectores que mostraron en lo que va de 2024 una performance pujante, como el agro, la energía, la minería o la pesca, los números de otras actividades con mucho aporte al Producto Bruto Interno (PBI), como la industria manufacturera, la construcción y el comercio, lejos estuvieron de exhibir una tendencia alcista.

Esta semana, el INDEC informó que el Índice de Producción Industrial (IPI) registró en junio un declive del 1,6% respecto del mes previo, alcanzando así su nivel más bajo desde junio de 2020, cuando el Covid-19 paralizaba a toda la economía. En términos interanuales la caída fue del 20,1%, similar a la cifra de marzo, que fue la peor desde la pandemia.

Sin embargo, los adelantos de julio, no solo de la industria sino de otros sectores, dan lugar a un mayor optimismo de cara al futuro. «Los indicadores preliminares de julio muestran un muy fuerte rebote mensual que más que compensa las caídas de junio, consistente con nuestro escenario que contempla una recuperación de la actividad en forma de “W” con volatilidad intermensual y heterogeneidad sectorial«, remarcaron desde la sociedad de bolsa Facimex.

Los primeros datos de julio fueron esperanzadores

  • Industria

En el segmento industrial, el sector automotriz otorgó los primeros números positivos. La producción, según reportó la Asociación de Fabricantes Automotores (ADEFA), creció 38,7% respecto de junio, mientras que los patentamientos, según la Asociación de Concesionarios Automotores de la República Argentina (ACARA), treparon casi en la misma proporción, destacándose una mayor presencia de autos nacionales en el mercado, luego de varios meses con creciente participación de productos brasileños.

En paralelo, las ventas a concesionarios subieron un leve 2,2% y las exportaciones se incrementaron más de 35%, impulsadas por las ventas de autos livianos. Respecto de esto último, vale subrayar que los envíos de vehículos a Brasil, fundamentalmente para el transporte de mercancías pero también para el transporte de pasajeros, explicaron la mayor parte de un importante crecimiento interanual en las ventas externas hacia el país vecino, según un informe de Abeceb.

En sintonía con la industria automotriz, la fabricación de maquinaria agrícola, muy golpeada en los primeros meses del año, presentó avances mensuales de más de 50% tanto en el segmento de cosechadoras de grano como en tractores y pulverizadores. «Esta recuperación seguramente sea multifactor, apoyada en los negocios derivados de Agroactiva y quizás también por clientes que deciden convertir sus granos en maquinaria ante la tendencia bajista de los precios«, explicó ACARA.

El economista de Fundar, Tomás Canosa, remarcó a este medio a la mayor cantidad de días hábiles y a la política de reducción en las tasas de interés como factores que impulsaron la actividad industrial en julio. Sin embargo, aclaró que este repunte «no deja de enmarcarse dentro de una recesión muy profunda».

Por su parte, Noelia Abbate, economista de Paridad en la Macri, no ve un proceso de reactivación sólido. «Sigue todo muy inestable aún, pero creo que el hecho de que los incrementos más grandes en términos de tarifas e insumos difundidos se hayan dado antes, tiene gran influencia en que ahora haya algunos repuntes. De cualquier forma, en términos interanuales, la evolución sigue muy por debajo de los niveles que se observaban en igual periodo del año anterior«, señaló.

  • Construcción

Los despachos de cemento, estrechamente vinculados con la demanda de la construcción, crecieron 25,9% mensual en julio. De este modo, se recuperaron de la brusca caída sufrida en junio que había cortado el proceso de recuperación iniciado en abril.

En un mismo sentido, el Índice Construya, que mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado por parte de 12 empresas líderes en la fabricación de insumos para la construcción, aumentó 12,1%.

“Creemos que la gradual estabilización macro, así como la reaparición del crédito para el sector privado, incluido el hipotecario, están comenzando a impactar positivamente en la dinámica del sector», sostuvieron desde el Grupo Construya.

  • Consumo y créditos

Un relevamiento del First Capital Group mostró que los créditos al sector privado fueron en julio un 16,5% más elevados que el mes anterior, en términos nominales. La cifra supera ampliamente a una inflación estimada en torno al 4%, por lo cual se trató del tercer incremento real consecutivo.

El mismo fue traccionado principalmente por los préstamos personales y las operaciones con tarjeta de crédito. «Las promociones comerciales de venta en cuotas fijas, con o sin interés, se generalizan ante la expectativa de que los valores de inflación de los próximos meses se mantengan en niveles acotados. Al mismo tiempo, las entidades bancarias están actualizando los límites de crédito para incentivar el uso del plástico», aseguró Guillermo Barbero, socio de First Capital.

Mientras tanto, los créditos hipotecarios aumentaron 8,6% nominal, por lo cual le ganaron a la inflación por segundo mes al hilo. “Hay que resaltar que si bien la tendencia es positiva, los valores absolutos que se manejan, están muy por debajo de los que debería tener esta línea en una economía sana y consolidada”, aclaró Barbero.

¿Es sostenible este repunte?

De cara al futuro, Canosa resaltó al consumo y a las reservas como dos de las variables importantes a monitorear. Respecto de la primera, recordó que «la economía argentina se tracciona en el corto plazo por el consumo y hoy la masa salarial está en caída» por el mayor desempleo y el deterioro que vienen sufriendo los salarios reales.

Además, agregó, «no se puede pensar una recuperación sostenida sin reservas». En ese sentido, avizora un panorama «desafiante» teniendo en cuenta que el Banco Central no parece correrse de la estrategia de apreciación del tipo de cambio, la decisión de la autoridad monetaria de intervenir en la cotización del dólar CCL utilizando reservas, y la caída en el precio de la soja.

En una línea similar, Abbate expresó que «el esfuerzo por mantener el crawling peg al 2% e intervenir en el CCL para bajar la brecha cambiaria no es sostenible en el tiempo» ya que «hay un limitante que son las reservas».

En paralelo, sostuvo que las políticas de incentivo al crédito ayudan pero no son suficientes teniendo en cuenta que «los salarios no llegaron a recuperarse de la devaluación de diciembre y los niveles de consumo vienen retrasados». «El Gobierno debe hacerse cargo de mejoras más estructurales para que la recuperación sea sostenible en el tiempo», sentenció.

Fuente: Ambito.com

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