De otra forma, los impuestos a los combustibles (ICL e IDC, que «penaliza» la emisión de dióxido de carbono) hubieran pasado de los actuales $ 27,70 por litro de nafta hasta los $ 64,90. Es decir, una suba de $ 37,20, que hubiera significado un aumento de 22% en la nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires.
Recaudación fiscal
Esto no ocurrirá al menos hasta el 1 de julio, momento en el que quedará pendiente, también, otra actualización de los impuestos por el índice de inflación del primer trimestre, que rondaría el 21%. En el cronograma original de la ley sancionada en 2017 (la reforma tributaria), el ajuste de impuestos a los combustibles sucedería el primer día de marzo, junio, septiembre y diciembre, vinculado al índice de precios.
Según un informe de la consultora Economía & Energía, el Estado nacional se perdió de recaudar, por atrasar estas actualizaciones para evitar impactos en la inflación, unos u$s 240 millones en 2020; u$s 480 millones en 2021; u$s 1800 millones en 2022; y u$s 585 millones en el primer trimestre de este año; para un total de u$s 3105 millones acumulados, un monto que seguirá creciendo.
En la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) reconocen que la pérdida es «multimillonaria», pero es el costo a aceptar para no generar grandes olas con fuertes incrementos en las estaciones de servicio, que ampliarían el malhumor social.
¿Cuándo aumenta la nafta?
Los combustibles ya subieron 12,3% en lo que va del año, por el acuerdo entre el Gobierno y las refinadoras (YPF, Axion, Trafigura -Puma Energy- y Raízen -Shell-) a fines de 2022. Terminado este capítulo de «Precios Justos«, las empresas esperan otra negociación para definir cómo seguirán los precios desde abril y hasta las elecciones generales de octubre.
Lo habitual en años electorales es que antes del inicio formal del proceso hay un congelamiento que se mantiene hasta la noche posterior a los comicios.
En una presentación ante inversores y analistas en Wall Street a inicios de marzo, la cúpula directiva de YPF señaló que el atraso en los precios de los combustibles rondaba el 15% y que la intención era, a lo largo del año, al menos no perder contra el avance de la inflación.
Los ejecutivos privados, incluso, aclaran que la demora de 15 días en enero, febrero y marzo en implementar los incrementos autorizados por el Gobierno «quitó el equivalente a un mes y medio» de ingresos para las refinadoras, que intentarán hacer valer en una renegociación.
Las principales variables que impactan en la nafta y el gasoil son el crudo, relativamente estable en torno a u$s 80 por barril, la inflación y la devaluación del peso frente al dólar, que corren al 6% mensual, y los biocombustibles. Las productoras de biodiesel aseguran que están en riesgo 12.000 puestos de trabajo por el atraso en los precios.
Cronista.com