El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso este lunes una serie de medidas para avanzar hacia el desarme de los pasivos remunerados de la entidad, en línea con lo anunciado la semana pasada por el equipo económico del nuevo Gobierno. Entre esas iniciativas, la entidad decidió después de una reunión de su directorio aplicar una baja de la tasa de interés mínima para los depósitos a plazo fijos desde el 133% al 110% nominal anual, “en un contexto de un excedente significativo de liquidez y de elevada inflación,” según explicaron a través de un comunicado.
Además, a partir de ahora esa será la referencia para todos los plazos fijos, es decir que no habrá distinción entre los minoristas y mayoristas. Al primer universo de personas humanas que utilizaban este tipo de instrumentos por hasta $30 millones se les convalidaban rendimientos mayores, algo que ahora no continuará vigente.
El directorio del BCRA tomó otras decisiones con el propósito de “clarificar y simplificar la señal de tasa de política monetaria”. Desde mañana, la tasa de interés de política monetaria ya no será la de las Leliq sino la de los pases pasivos a un día de plazo, un rendimiento que desde el 13 de diciembre, el mismo día de la devaluación del peso que llevó al dólar oficial a $800, fue establecido en 100 por ciento.
“Con el fin de racionalizar su esquema de gestión de liquidez, el Directorio decidió dejar de realizar licitaciones de LELIQ a futuro, pasando a ser las operaciones de pases pasivos su principal instrumento de absorción de excedentes monetarios”, señaló el Central.
“Al centralizar sus operaciones en un solo instrumento, y al ser su tasa de política la única tasa de interés de referencia, se busca hacer más clara la señal de política monetaria y fortalecer su transmisión al resto de las tasas de interés de la economía”, agregó.
Adicionalmente, “el Directorio considera que resulta necesario que el sistema bancario continúe ofreciendo al público depósitos a plazo fijo ajustables por UVA. Para otorgarle previsibilidad a la disponibilidad de los recursos, decidió eliminar la tasa mínima de precancelación de estos últimos”. Tal como adelantó ayer Infobae, los bancos le habían pedido al Central desactivar esos depósitos que se actualizan por inflación.
En cuanto a las operaciones de inyección de liquidez, “el BCRA seguirá ejerciendo la posibilidad de realizar pases activos y ofrecer puts sobre instrumentos del Tesoro que el BCRA considere adecuados. El Directorio dispuso, a través de la Comunicación A 7921, que aquellos títulos susceptibles de ser vendidos al BCRA por el mecanismo de put no computarán a efectos del límite de fraccionamiento crediticio al sector público”.
El desarme de las Leliq
Con la baja de la tasa de interés, uno de los objetivos de la autoridad monetaria es comenzar a desarmar los pasivos remunerados de la entidad entre pases y las famosas Leliq. Eso es parte de la estrategia del equipo económico de Javier Milei para secar la plaza de pesos, la cual consiste en licuar la deuda del BCRA en términos reales y de migrar parte de esa carga al Tesoro nacional para también cancelar Adelantos Transitorios.
A partir de ahora, la tasa de política monetaria será del 100% nominal anual, lo que equivale a una tasa efectiva mensual del 8,2% y del 162% efectiva anual. Entonces. los rendimiento serán negativos si se los compara con la inflación pasada y también respecto a las expectativas del mercado para el próximo año. En concreto, habrá una reducción en términos reales de la cantidad de pesos que tiene como pasivos el BCRA.
En una entrevista televisiva emitida este domingo, el ministro de Economía, Luis Caputo, se refirió al tema de las Leliq y sus posibles soluciones. “El problema de base es fiscal. Pero el financiamiento de 20 puntos del PBI, que es un montón, con emisión generó, a su vez, un problema monetario. Y es que hay un sobrante de pesos enorme. Todos esos pesos que se emitieron, la ciudadanía no los demanda. Entonces, sobran. Como sobran, el Banco Central los tiene que retirar. ¿Cómo los retira? Emite Leliqs, retira pesos”, explicó.
Para el titular del Palacio de Hacienda, el desarme que propone el Gobierno tiene un componente gradual y otro de shock. “Gradual porque por un lado vamos a tratar de aumentar la demanda de dinero generando confianza. El shock es que no habrá más financiamiento del BCRA al Tesoro. Le estamos dando la independencia que tanto se pide. Se va un tercio de la emisión que se venía generando”, concluyó.
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