El tercer salar más grande del mundo se encuentra en la Patagonia argentina

Está ubicado a solo 50 kilómetros de Las Grutas y ofrece un paisaje desértico único cubierto de sal. Cómo llegar y qué hacer.

Las Salinas del Gualicho son una de las maravillas naturales más sorprendentes de Argentina. Ubicadas en la provincia de Río Negro, a tan solo 50 kilómetros de la popular playa de Las Grutas, este inmenso salar es el tercero más grande del mundo en términos de producción de sal.

Asentadas sobre una de las mayores depresiones del planeta, a 72 metros bajo el nivel del mar, las Salinas del Gualicho se destacan por su paisaje desértico y único microclima. En verano, las temperaturas pueden alcanzar los 50 grados centígrados, mientras que en los meses de agosto y septiembre suele formarse una laguna que refleja los colores del cielo.

«Es un lugar realmente impresionante, con una belleza natural que deja sin aliento», comenta Martina Gómez, guía turística que ha recorrido extensamente las Salinas del Gualicho. «Además del increíble paisaje, el salar está cargado de historia y leyendas de los pueblos originarios que lo habitaron».

«Caminar por este salar es una experiencia verdaderamente mágica», describe Martina. «La sensación de estar rodeado por un mar blanco que se extiende hasta el horizonte es realmente impactante. Y cuando se forma la laguna, con sus reflejos del cielo, el paisaje se vuelve aún más espectacular».

Además de su belleza natural, las Salinas del Gualicho están cargadas de historias y leyendas vinculadas a los pueblos originarios que habitaron la región. Según la mitología tehuelche, un dios irascible mora en el salar y solo puede ser apaciguado con ofrendas.

«Hay todo un misticismo alrededor de este lugar que lo hace aún más fascinante», comenta Martina. «Los visitantes quedan cautivados no solo por el paisaje, sino también por las leyendas y la historia que hay detrás».

Cómo llegar

Para llegar se debe salir desde Las Grutas por la Ruta Provincial 2 y recorrer unos 30 kilómetros, luego tomar la 59 por media hora, que es un camino mejorado de ripio, con piedras sueltas, por lo que se recomienda el uso de vehículos 4×4.

Para acceder a las Salinas del Gualicho, los visitantes deben realizar excursiones guiadas, ya que el acceso directo está restringido por cuestiones de seguridad. Estas excursiones suelen realizarse durante la tarde, para aprovechar los atardeceres espectaculares sobre el salar. Algunas de las actividades que se pueden hacer incluyen caminatas a la luz de la luna, astroturismo y visitas al Museo de la Sal.

Las impresionantes vistas panorámicas permiten obtener unas fotografías únicas por la belleza del lugar o, simplemente guardar las imágenes en la memoria para no olvidarlas jamás. Algunas de las propuestas para conocer este espacio también incluyen brindis, caminatas a la luz de la luna, observación de los astros o cenas basadas en productos de la región.

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