Gas y petróleo: cómo avanzar con Vaca Muerta, exportar y hacer competitivo al país

Para Gustavo Gallino, vicepresidente de Infraestructura de YPF, y Rodolfo Freyre, vicepresidente de Gas, Energía y Desarrollo de Negocios de Pan American Energy (PAE), el camino hacia una Argentina exportadora de hidrocarburos es claro: grandes proyectos, visión a largo plazo, competitividad en toda la cadena y una planificación ordenada que dé previsibilidad.

Gallino fue contundente: “Tenemos una aspiración compartida como industria de que hacia 2030 o 2031 Argentina pueda facturar u$s30.000 millones anuales por exportación de hidrocarburos. Para eso hacen falta proyectos importantes, especialmente en el tratamiento y la evacuación del recurso”.
Uno de esos proyectos clave es el Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), un nuevo oleoducto que se construye en Río Negro y que ya tiene un 10% de avance.

“Es una realidad. Somos siete socios y están prácticamente todos los grandes productores del país”, detalló.

El objetivo: alcanzar 180.000 barriles diarios de transporte para fines de 2026. Aunque admitió la complejidad de coordinar a tantas empresas, valoró el trabajo en equipo y la convicción compartida: “Tenemos que hacerlo juntos”.

Por su parte, Freyre destacó el avance del gas natural licuado (GNL) como una oportunidad única para el país.

“No hay proyecto de GNL en el mundo que se haya aprobado tan rápido desde que comenzó su estudio. Eso demuestra nuestra convicción de que el GNL tiene que estar en la Argentina”, afirmó.

Desde junio del año pasado, cuando se firmaron los primeros acuerdos con Golar, el proyecto logró sumar a YPF, Pampa y Harbour a la estructura societaria.

Uno de los hitos alcanzados fue la aprobación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), junto con un permiso de exportación de gas natural por 30 años, a razón de 11,5 millones de metros cúbicos diarios.

“Son cifras enormes: si consideramos un precio FOB de u$s8, estamos hablando de u$s1.000 millones anuales en exportaciones”, estimó Freyre.

Ambos ejecutivos coinciden en que todo esto solo es posible en un país que ofrezca previsibilidad.

“Ninguno de estos desarrollos se sostendría sin garantías claras de largo plazo. Hoy se puede planificar con mayor certeza”, dijo Gallino.
Freyre complementó: “La energía y la macroeconomía se retroalimentan. Si consolidamos el sector energético, estamos apuntalando también el crecimiento del país”.

Las declaraciones se dieron durante un panel sobre los desafíos del sector hidrocarburífero en un encuentro organizado por el diario Ámbito, donde ambos ejecutivos compartieron su visión sobre el presente y futuro de la industria.

Sobre los tiempos, Gallino destacó que VMOS mantiene el cronograma previsto:

“Estamos avanzando bien, incluso con obras submarinas complejas. El objetivo es que la obra esté lista en 2026 y permitirá ampliar la capacidad de exportación desde Vaca Muerta”.

Gallino describió que el mayor cuello de botella está en la obra submarina y en las boyas de evacuación del crudo.

“Ya se cerró la compra de la boya y estamos muy enfocados en eso. No se trata de equipos estándar; hay que traer barcos, buzos, hacer una logística muy compleja”, explicó. También se avanza en acuerdos con proveedores para aprovechar sinergias con otros proyectos como el de SESA y los flotantes Hilli y MKII.

Otro reto técnico relevante es la construcción de tanques de almacenamiento gigantes. En total, se necesitan cinco en Vaca Muerta y uno más en Punta Colorada. Cada uno mide 87 metros de diámetro y más de 30 metros de altura, dimensiones comparables con las de un estadio de fútbol. La empresa encargada es Chicago Bridge, y las primeras chapas ya llegaron a Puerto Madryn.

Además, mencionó otros desarrollos como Argentina LNG 1, 2 y 3, donde el primero ya está en ejecución y los otros en evaluación.

“Solo los últimos dos podrían representar 24 millones de toneladas de gas licuado al año, duplicando la producción actual”, detalló.

Freyre, en tanto, remarcó que “la competitividad no es solo de boca para afuera, es estructural. Por eso pensamos en usar infraestructura existente y minimizar la inversión inicial con el buque Hilli, que esperamos que esté operando en 2027. También avanzamos en un segundo barco y un gasoducto dedicado, que nos dé gas todo el año y baje el costo unitario”.

Gallino puso el foco también en los recursos humanos y tecnológicos.

“Tenemos que formar al personal adecuado para este boom de proyectos. Trabajamos con IA, con gemelos digitales, con digitalización de contratos e ingeniería, pero necesitamos que las empresas proveedoras acompañen ese cambio de mentalidad”, dijo.

Ambos coincidieron en que la competitividad es el gran desafío.

“No podemos tener proveedores más caros que en EE.UU. Tenemos que preguntarnos por qué pasa eso. Todos —empresas, gremios, provincias y Nación— debemos trabajar para que Argentina sea más eficiente”, afirmó Gallino.

Finalmente, destacaron el impacto positivo que estos desarrollos tienen en regiones como Río Negro, donde, más allá de las obras, se genera un ecosistema de servicios, empleo y actividad económica que puede cambiar el perfil productivo de muchas zonas del país.

Fuente: Grupolaprovincia.com

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