En un comunicado, reclamó que se publiquen las actas del escrutinio electoral en Venezuela para “garantizar públicamente la transparencia y legitimidad de los comicios y preservar la paz social”. Gerardo Martínez dijo a Infobae que esa es “la postura mayoritaria”
La CGT tomó distancia del dictador venezolano Nicolás Maduro al instarlo a “garantizar los resultados de los comicios a través de los mecanismos electorales que garantizan los principios de transparencia y respeto de la soberanía popular”, tras “ponderar el libre, pacífico y soberano ejercicio del voto”. Fue una forma indirecta, además, de diferenciarse de Pablo Moyano, quien este lunes apoyó al mandatario chavista mediante la publicación en los estados de su cuenta de WhatsApp de una foto de 2020 en la que están juntos y con los dedos en V en Caracas.
La postura de la CGT se concretó mediante un comunicado de prensa, difundido este lunes por la noche, en el que también se destacó que “es condición fundamental la publicación por parte del Consejo Nacional Electoral de los votos desglosados mesa por mesa, con el objeto de garantizar públicamente la transparencia y legitimidad de los comicios y preservar la paz social”.
La declaración fue impulsada por el secretario de Relaciones Internacionales cegetista, Gerardo Martínez (UOCRA), quien dijo a Infobae: “Nuestra postura mayoritaria es, como lo dijeron Lula y Gustavo Petro, esperar el escrutinio con actas que certifiquen el resultado de cada mesa en cada jurisdicción”. Y agregó: “Mi postura es de respeto al veredicto final e imparcial de las urnas”.
La información sobre la foto de Pablo Moyano y Maduro impactó de lleno en la interna de la CGT. Si bien el dirigente del Sindicato de Camioneros publicó la imagen en los estados de WhatsApp, y fue evidente que quería que se conociera, cuando su actitud fue revelada por Infobae motivó llamadas y mensajes cruzados de varios dirigentes, preocupados por los efectos negativos de esa postura, que pareció sintonizar con el silencio de Cristina Kirchner sobre las elecciones venezolanas.
Uno de ellos fue el propio responsable de la política internacional de la CGT, Gerardo Martínez, quien le recordó a Pablo Moyano que en el tribunal de libertad sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que integra como miembro del Consejo de Administración por el sector trabajador, se están tratando varias denuncias por falta de libertad sindical y de diálogo en Venezuela.
Los trabajadores y el sindicalismo venezolanos tienen graves problemas en la administración chavista. En los últimos años se produjo la detención de dos dirigentes gremiales de la empresa estatal venezolana Siderúrgica del Orinoco (Sidor) por exigir mejoras salariales y el cumplimiento del convenio colectivo, mientras que el 1° de mayo pasado, en el marco del Día Internacional del Trabajo, un grupo de choque del régimen de Maduro arremetió contra trabajadores que marchaban para exigir aumentos de sueldos en un país donde el salario mínimo se mantiene en unos 30 dólares.
Hace cuatro años se conoció un informe de la coalición regional Observatorio para la Defensa de la Vida que registró que más de 40 defensores de derechos laborales y líderes sindicales fueron asesinados en Venezuela entre 2015 y 2020: se computaron en ese momento que hubo 28 detenciones arbitrarias, 4 casos de “amenazas”, 4 intentos de asesinato y 1 suceso de “malos tratos”.
Por eso el gesto de Pablo Moyano inquietó al sector dialoguista de la CGT, que integra Martínez, que mantiene una postura equilibrada en materia internacional y tiene buenos vínculos con EEUU.
La foto del secretario adjunto de Camioneros y Maduro a una visita a Caracas de Pablo Moyano de julio de 2020 para participar de distintos encuentros de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF). Al recibirlo en el Palacio de Miraflores, junto con otros dirigentes sindicales y el periodista Santiago Cúneo, Maduro le dijo: “Somos del mismo sindicato, yo también soy camionero, autobusero”. El cotitular de la CGT le llevó de regalo dos libros de cuño peronista: “La razón de mi vida”, de Eva Duarte, y “Conducción política”, de Juan Domingo Perón.
“Mi abrazo y mi saludo a todo el pueblo argentino y a mis hermanos sindicalistas de esta querida nación”, señaló Maduro durante el encuentro, como puede verse en un video que publicó en su cuenta de X, mientras Moyano afirmó: “Estamos contentos por haber sido recibido por usted y felicitar la lucha que está dando usted y el pueblo bolivariano, defendiendo su dignidad, su trabajo”.
El hijo mayor de Hugo Moyano agregó: “Nosotros peleamos contra el régimen de derecha que representaba Mauricio Macri. Peleamos cuatro años contra un régimen y no sólo lo hemos derrotado en las calles sino a través de las urnas. Para nosotros es un privilegio ver la realidad que está en las calles y no en Clarín y en Canal 13, gente trabajando y resistiendo”.
En abril de 2022, Pablo Moyano visitó a la embajadora de Maduro en la Argentina, Stella Marina Lugo de Montilla, para “conversar sobre Venezuela y Latinoamérica”, según el mensaje que difundió en las redes esa representación diplomática, acompañado por varias fotos. En el encuentro, Moyano le regaló una camiseta de dos clubes de fútbol, Camioneros e Independiente.
Por otra parte, en otro capítulo de la pelea político-familiar, Facundo Moyano también se diferenció este lunes de su hermano Pablo y cuestionó al dictador venezolano con un mensaje en las redes en el que salió al cruce de las afirmaciones de Maduro acerca de su condición de “peronista y evista” (SIC) y un estribillo en el que saludó a “los soldados de Perón” cuando fue proclamado presidente.
En un su cuenta de X, el secretario adjunto del Sindicato de Peajes publicó: “Maduro, Perón no tiene soldados. Existimos los peronistas, los cuales estamos decepcionados porque en Argentina el pseudo-progresismo transformó nuestro movimiento en un populismo de izquierda que desde hace 10 años no deja de fracasar ni de perder elecciones. No son comparables los procesos. Son contradictorios en su historia. Los peronistas no te saludamos. Tampoco al socialismo venezolano, cerrado al personalismo y a igualar para abajo. Decir esto no me hace ni de derecha ni pro-mercado. Los que quieren una Argentina de trabajo y progreso me entienden. El peronismo no es de izquierda ni de derecha, ni socialista o autoritario”.
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