Los beneficios de la minería en Argentina: más allá de la regalía

Resulta evidente que la minería no solo genera divisas para la economía nacional, sino que también deja una huella significativa en la generación de empleo y en los contratos con proveedores locales.

De un millón de dólares de facturación en minería, el 80% queda en el país. Esto se debe a que las empresas mineras, al invertir en la actividad, priorizan pagos esenciales como los contratos con proveedores locales, salarios y la carga tributaria que contribuye a los impuestos nacionales, provinciales y municipales. Es importante entender que esta inversión tiene además un efecto multiplicador en la economía provincial, porque hasta quien cobra un sueldo de una minera luego lo gasta en el comercio local.

Un reciente informe oficial elaborado por el Centro de Estudios para la Producción XXI (CEPXXI) y respaldado por autoridades nacionales arroja luz sobre el impacto positivo de la industria minera en Argentina. Al examinar los números, resulta evidente que la minería no solo genera divisas para la economía nacional, sino que también deja una huella significativa en la generación de empleo y en los contratos con proveedores locales.

Un ecosistema de proveedores locales en auge: la inversión y gastos de las empresas mineras se dividen en tres pilares fundamentales: la masa salarial de sus empleados, los impuestos y los proveedores locales. En este último aspecto, ha habido un impresionante aumento en el número de proveedores mineros en los últimos tiempos, con más de 350 empresas salteñas inscriptas en el Registro de Proveedores Mineros de Salta, sin contar los miles que habrá no inscriptos.

La multiplicidad de proveedores va más allá de lo que uno podría esperar. Sectores como la fabricación e instalación de campamentos en la región de la Puna, servicios de perforación, catering, construcción, ingeniería y consultorías ambientales, entre otros, han experimentado un crecimiento significativo. La minería, al tercerizar y subcontratar diversos servicios y obras, destaca la importancia crucial de los proveedores locales, con niveles muy superiores a toda la carga tributaria.

Más que números

Los indicadores de las inversiones mineras son todos positivos y se van a llevar una sorpresa cuando vean que el empleo minero lleva 28 meses de crecimiento consecutivo, que tuvo un aumento del 10,8% interanual, que es el sector que más empleo registrado genera, segunda actividad mejor paga del país (remuneración promedio nacional de $555.000), con la menor brecha salarial en cuestiones de género, importantes inversiones en pymes, con más de 4.500 empleos mineros en Salta, entre otros.

Pesada mochila

Es importante recordar que, a pesar de los impuestos y regalías, la mayor inversión se traduce en empleo y proveedores locales. Pero si hablamos de regalías debemos decir las cosas como son: la actividad minera paga todos los impuestos, más el canon, las regalías y tasas municipales. Por eso la regalía es un árbol dentro del bosque de los 148 impuestos que tiene nuestro país.

En un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) hizo un recuento de todos los tributos que rigen en la Argentina, uno de los países con más presión tributaria en la región, y se detectaron 148 impuestos. El 91% de la recaudación consolidada argentina se concentra en 10 tributos, como ser el IVA, Ganancias, Ingresos Brutos, derechos de exportación, entre otros.

La discusión sobre la distribución de la carga tributaria y aportes de seguridad social es fundamental, ya que la mayoría queda en manos de la Nación (casi un 90%), mientras que las provincias y los municipios reciben una parte mucho menor. La minería, como actividad raíz para el país, plantea la necesidad de un debate sobre el federalismo tributario.

Porque si los minerales son de dominio de las provincias, resultaría injusto que la mayor carga tributaria se la lleve quien no es dueño. Hay que recordar que el mayor acto de soberanía que tiene un estado es el poder de exigir compulsivamente el pago de tributos, y acá vemos que Nación, quien no es dueño, obtiene los mejores beneficios de los impuestos.

Por eso, cuando hablemos de la regalía minería del 3%, recordemos que es un árbol dentro del bosque, es un impuesto más entre los 148 que tiene argentina, y que la mayor inversión se da en la generación de empleo y proveedores.

En las recientes declaraciones del gobernador Gustavo Sáenz en el programa de Fantino con respecto a la cuestión minera, lo hizo correctamente. Entre las líneas de sus palabras, se encuentran aspectos cruciales que, lamentablemente, han sido malinterpretados por los medios. En sus palabras, destacó una serie de elementos tributarios y ventajas inherentes a esta actividad económica, cuyo valor es trascendental a tener en cuenta.

Los beneficios de la minería van más allá de la regalía, desplegando un impacto económico profundo y multifacético. Con un 80% de su facturación arraigada en el país, la inversión en proveedores locales, salarios y contribuciones tributarias que genera un eco de prosperidad en la economía provincial. En este escenario, Salta se encuentra en una ventana histórica, como nunca antes tuvo, de aprovechar la llegada de inversiones, y debemos procurar abrazar sus beneficios con sabiduría y acciones que converjan hacia un desarrollo sostenible.

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