En diálogo con Canal E, Mauro González, presidente de la Confederación Pyme de la Argentina, describió un panorama “caótico” para las pequeñas y medianas empresas del país.
“La situación de las pymes está muy, pero muy crítica. Está caótica”, advirtió González al inicio de la entrevista. Según explicó, más de 17.000 pymes cerraron sus puertas y se perdieron más de 160.000 puestos de trabajo en los últimos dos años.
El dirigente celebró que finalmente se haya avanzado en el Congreso con el tratamiento del proyecto de Emergencia Pyme, impulsado por su sector desde mayo del año pasado. “Estimamos que el 12 de noviembre tiene fecha para tratarse en el recinto”, indicó, y consideró que su aprobación sería “un alivio importante” para miles de empresas que hoy enfrentan una situación límite.
González sostuvo que, pese a las expectativas iniciales de recuperación, “la economía cayó y se planchó”. En sus palabras, “pensamos que el rebote iba a ser en V, después en U, pero la realidad es que fue una L: cayó la actividad y no volvió a levantarse”.
Tarifas, impuestos y crédito: las urgencias del sector
El titular de la Confederación Pyme fue tajante al describir las causas de la crisis. “Cuando se corrió el poder adquisitivo del trabajador argentino, eso impactó de manera negativa en el consumo”, señaló. Según su análisis, la pérdida de ingresos generó una cadena de cierres empresariales y desempleo que “golpea directamente al mercado interno, del que viven las pymes”.
Para revertir esta situación, González pidió una reducción del 50% en las tarifas energéticas para el sector productivo y el freno a las ejecuciones fiscales. También reclamó eliminar los derechos de exportación para las pymes exportadoras: “No puede ser que hoy una pyme que exporte esté pagando retenciones”, sostuvo.
En cuanto al financiamiento, fue categórico: “No existe una actividad productiva que pueda sostener una tasa del 110% o 150% con una inflación del 30%. Es inviable cualquier proyecto productivo”. Además, planteó la necesidad de bajar impuestos en los tres niveles de gobierno —municipal, provincial y nacional— para aliviar la presión sobre las empresas.
“Todo ese esfuerzo que hizo la sociedad argentina fue al capital financiero”, lamentó González, quien denunció que los recortes en producción, educación y sectores vulnerables “no se tradujeron en crecimiento económico”.
Finalmente, concluyó con una advertencia contundente: “Sin trabajo, sin creación de nuevas empresas, sin empleo genuino, es poco viable que la Argentina salga de esta crisis”.



