
«En Poliarquía creemos que la minería significa un cambio muy importante en la distribución de los recursos, pero también en la distribución del poder político. Todo el empoderamiento que vemos con los gobernadores hoy, si vos lo trasladás al manejo de los recursos naturales, vas a tener a muchas provincias pidiendo volver a discutir el sistema federal argentino», reflexionó.
Dávila, en tanto, remarcó que su mirada sobre la minería es binacional, teniendo en cuenta las posibilidades de cooperación y complementación en cobre entre Argentina y Chile. «Es un momento oportuno, a través de todo tipo de seminarios y encuentros, para generar la sinergía para trabajar en conjunto y desarrollar la minería de cobre de clase mundial que tenemos en Argentina», apuntó.
A su turno, Cacciola pidió «ser muy cuidadoso» respecto al tratado de cooperación binacional, ya que fue concebido hace 30 años, cuando había una situación particular. En ese tren, llamó a «priorizar realmente el trabajo argentino». «Priorizar no es privilegiar, sino dar oportunidades a argentinos sobre todo en materia de baja especialización, y de alguna manera considerar a la minería argentina como una posibilidad cierta de crecimiento para las familias», graficó.
Y completó: «Si somos inteligentes y sabemos manejar el tema de prioridades, la integración minera con Chile va a ser positiva; si lo entendemos de una manera diferente, creo que no lo va a ser». A la vez, pidió resolver la ley de Glaciares. «Hay proyectos que necesitan una legislación clara de lo que se va a proteger», apuntó el presidente de la CAEM, destacando que estamos en un momento clave, propiciado por la aplicación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
Cussianovich recogió el guante y comentó que el problema de la ley de Glaciares requiere un resolución sí o sí. Por el contrario, manifestó que el tema de los proveedores «no tiene solución». «¿Hay una universalidad de los proveedores? Está más vinculado a temas políticos y sociales. Hay proveedores de comunidades, hay otros más profesionales. Santa Fe es hoy una provincia que dice ‘viva la minería’, porque hay un grupo importante de proveedores de metal mecánica», aportó.
Siguiendo ese camino, se preguntó si eso se soluciona con una ley: «Probablemente no. Las leyes, como la que está ahora en San Juan, pueden llegar a mantener una control de la expectativa, pero tenés que revisarlo».
«Hay que empezar a proveer con más objetividad. En ese sentido, la minería es un sector que puede dar números y hacer una proyección a futuro. ‘¿Por qué vos me decís que puede alcanzar para todos?’ ‘Porque tengo estos números, mirá’. No es tan díficil hacer esto», retomó Cusianovich.
A su turno, Cacciola se refirió al recurso humano y pidió empezar a capacitar gente: «El cobre es lo que está empezando a manejar el futuro en cantidad de gente, proveedores, inversión directa. Multiplica a la minería por cuatro, cinco o seis, algo que no sabemos. El primer gran tema es la capacitación: hay que preparar a gente. Las posiciones de menor capacitación tienen que ser ocupadas de los argentinos».
«En ese marco, tenemos que poner todo. Cuando pongamos todo, va a haber actores que van a tener resignar determinadas pretensiones: actores de la política, de las empresas, proveedores», deslizó. Y comentó que es posible si de alguna manera «nos ponemos de acuerdo en las cuestiones básicas»: «Este es un país federal, el poder está en las provincias. Pero utilicémoslo bien».
Cusianovich compartió este análisis y advirtió que el timing se va reduciendo. «El sector quería que lo traten bien y estar en la opinión pública. Ahora es el momento de empezar a dar respuestas», mencionó. Anticipó, además, que en breve Argentina, Chile y Perú producirán la mitad del cobre del mundo y que ocurre algo similar con el litio.
Fuente: www.ambito.com