A contramano de casi todos los sectores económicos, la industria farmacéutica argentina creció con fuerza durante los años más duros de la pandemia. Ahora, lejos de sostener su nivel de actividad, está mostrando claras señales de retroceso.
Según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el sector en forma conjunta logró una facturación de $882.807,6 millones en 2022, lo que marcó una diferencia nominal del 57,1% respecto a los $561.896,8 millones que había facturado en 2021.
En principio se podría pensar que el resultado fue favorable, pero cuando se tiene en cuenta el efecto de la inflación, se deduce con facilidad que la realidad es otra muy diferente. Es que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó 94,6% durante todo el año pasado y si se toma en cuenta la inflación acumulada de año contra año (el promedio de inflación interanual de cada mes), se encuentra que la variación de precios fue de 72,4%.
En cualquiera de los dos casos la facturación total de la industria farmacéutica perdió por más de 15 puntos porcentuales contra la inflación durante el año pasado.
La caída más profunda
Aunque la baja de las ventas fue general, hubo un segmento dentro del negocio que tuvo un resultado particularmente negativo. Se trata de las exportaciones, que de acuerdo al estudio publicado por el Indec crecieron apenas un 25,1% (medidas en pesos), lo que las dejó muy lejos de la inflación general.
En detalle, durante el 2022 la industria farmacéutica local logró facturar $52.808,2 millones por las exportaciones de productos nacionales, mientras que en 2021 había generado ingresos por $42.215,3 millones.
El resto de los segmentos del negocio se comportaron de manera bastante similar. En el mercado interno, la venta de productos de fabricación nacional (los que no se exportaron) generó una facturación total de $572.749 millones el año pasado, lo que dejó como resultado una variación nominal anual del 60,8% en comparación al 2021 ($356.228,2 millones). Ese fue el rubro de ventas al que mejor le fue el año pasado y aún así cayó de forma considerable.
En lo que respecta a la reventa local de medicamentos importados, el 2022 dejó una facturación de $257.250,3 millones para la industria farmacéutica argentina. En 2021, en tanto, se habían logrado ventas por $163.453,2 millones por ese canal de ventas, por lo que la variación de año contra año fue de 57,4%.
Así, sumando la reventa de las importaciones con la venta de productos nacionales, se obtiene que la industria logró ventas por $829.999,3 millones en el mercado interno durante el año pasado, valor que representó un aumento de apenas 59,7% nominal respecto al 2021.
De dónde vienen los medicamentos
Como muestran las estadísticas, la mayor parte de los medicamentos que se venden en Argentina son de origen nacional, pero en muchos casos la “droga madre” proviene de otros países. Tomando en cuenta ese parámetro, el Indec advierte que solo el 19,2% de lo que factura la industria farmacéutica en el país (unos $170.000 millones en 2022) es gracias a medicamentos cuya droga madre fue producida en el territorio nacional.
Apenas por detrás, con el 17,8% de participación, aparece la India. Le siguen más atrás Alemania (9,8%), China (9,6%), Estados Unidos (7,1%), Suiza (6,4%), Italia (4,7%) y España (2,6%).
Hay otros países con algún grado de participación pero es mínimo. Llama la atención el caso de Brasil, que pese a ser una gran economía limítrofe, aporta apenas el 0,5% de las drogas que se comercializan en el mercado interno argentino.
https://www.infobae.com/?noredirect