Una deuda en la factura del gas seguida de una «pre-emergencia»

El gobierno nacional recurre a la interrupción de contratos para evitar faltantes residenciales. La restricción de aportes para infraestructura ahora supondrá erogaciones varias veces millonarias en GNL.

Argentina pagará varias veces más en compras de gas natural licuado (GNL) por no finalizar a tiempo las obras que permitirían transportar más producción desde Vaca Muerta. La baja de la temperatura, propia de este segmento del año, afianzó un cuadro de situación que ya se presentó la semana pasada, con cortes en los contratos interrumpibles a cientos de expendedoras de GNC y empresas de todo tipo.  

La paradoja es que Neuquén alcanzó al mismo tiempo unos 92,3 millones de metros cúbicos diarios de producción en abril (tercera marca de la historia), pero así y todo no fue suficiente. Las razones, claro, no están en el impetuoso upstream no convencional, que protagoniza un cambio de época en la industria oil and gas.

Las bajas pronunciadas de temperatura contribuyeron a una mayor demanda interna. Y este escenario también contó con otra variable: la falta de aportes del Estado para la finalización de las plantas compresoras del primer tramo del Gasoducto Néstor Kirchner, que permitirían llevar la cota del transporte del tendido de los 11 millones metros cúbicos diarios (MMm3/d) a los 22 MMm3/d, con las obras que deben concretarse en Tratayén, Salliqueló y Mercedes para permitir esa mayor inyección de gas desde la Cuenca Neuquina.

Fuentes empresariales y gubernamentales informaron a Mejor Energía que Enarsa debía transferir unos 45 millones de dólares para finalizar esas obras que hubieran permitido incrementar la capacidad de bombeo; la cifra final ahora se multiplicará varias veces: los cargamentos de GNL que requiere el sistema ahora superarán los 500 millones de dólares, según reconocieron fuentes del gobierno nacional.

En ese escenario, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) declaró un estado de “pre emergencia” que implica que las distribuidoras puedan realizar interrupciones de contratos interrumpibles para garantizar la demanda residencial y de aquellos sectores industriales.

El escenario de tensiones que cruza el mercado del gas en los dos últimos meses tuvo otro capítulo adicional esta semana: finalmente las productoras de energía y las de gas terminaron de aceptar casi en su totalidad la oferta de un bono con quita del 50% correspondiente a dos meses del 2024. El contexto había sumado un pronunciamiento que plasmaba el malestar de las principales productoras de gas del país nucleadas en la CEPH.

Para más paradojas, el antecedente tiene lugar en medio del debate en el Senado del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, RIGI, el marco de estímulo que busca dar el Estado nacional a los grandes inversores para que hagan posible la mejor versión de Vaca Muerta, el litio y otros sectores industriales estratégicos.

Sin dudas ese proceso de garantías resulta necesario, en función de los vaivenes económicos y políticos de la última década; con todo, el oficialismo, por errores de gestión propios, parece empeñado en socavar ese camino que suma respaldos en las provincias, donde también hay sectores empresariales que reclaman los mismos beneficios para no quedar sometidos a un desguace de las cadenas de valor que hicieron posible poner en escena el rango de oportunidades que tiene el país en su camino.

El petróleo que marca el rumbo

Esta semana el crudo de Vaca Muerta dio un nuevo salto: la disponibilidad de transporte sigue afianzando la senda del crecimiento hacia Chile y la provincia de Buenos Aires. De acuerdo a los datos de abril, fueron 390.325 barriles diarios de producción en promedio.

La hoja de ruta del petróleo marca el actual ciclo de crecimiento, el corto y mediano plazo. En este contexto, en el comienzo de la semana tuvo lugar uno de esos hitos trascendentes de la corta y rápida historia de los no convencionales en el país: el inicio del oleoducto Vaca Muerta Sur (YPF), que unirá Neuquén con Punta Colorada para dar forma a un nuevo punto de exportación desde la provincia de Río Negro. Se prevé que transporte una cifra idéntica a la de la producción total actual de la provincia. Lo que comenzó es el primer tramo entre Vaca Muerta y Allen, con un oleoducto de unos 100 km de extensión.

En las hidroeléctricas, un nuevo canon

Los diputados provinciales de Neuquén avanzaron en la Legislatura neuquina con la aplicación de un canon que se aplicará por el uso del agua que utilizan las represas en manos de las empresas generadoras.

Surge ante el escenario de prórrogas en las concesiones, definidas por el gobierno nacional, que tiene lugar desde agosto pasado. Neuquén y Río Negro se posicionan en tándem en este debate en conjunto, ante la caída de las licencias de explotación otorgadas en los años 90.

La primera de la jurisdicciones dio a conocer esta semana una mesa técnica con la secretaría de Energía de la Nación para evaluar los próximos pasos. Se conoció en medio de una nueva prórroga.

El nuevo canon, avalado en el recinto en general el jueves pasado, establece que la recaudación por este concepto sea transferida para la concreción de obras de infraestructura en los municipios, dentro de ese paquete de soluciones de infraestructura que viene acordando el gobierno de Rolando Figueroa con los intendentes, a los que les toca, como a la provincia, gestionar en un momento de caída de la recaudación, cruzado por los efectos locales de la coyuntura nacional.

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