La industria automotriz está en plena metamorfosis. Nuevos métodos de producción y la búsqueda de sustentabilidad a través la reducción del nivel de emisiones son algunas de las premisas que rigen hoy al sector en su proceso de transformación acelerado.
“Creo que ha sido un muy buen año para toda la industria, hemos crecido un 20% en producción, casi un 10% en exportaciones y un 11% en patentamientos”, reveló Angie Stelzer, directora de Recursos Humanos de Volkswagen Group Argentina en una charla moderada por Carla Quiroga, periodista de LA NACION. Y contó que a fin de mes, por lo general les queda “stock cero”: “Todo lo que producimos lo vendemos o exportamos”, dijo.
Para Raúl Mier, director Comercial de General Motors, el buen desempeño de la industria automotriz frente a una situación nacional de extrema vulnerabilidad económica tiene que ver con que en la Argentina “tenemos una base industrial fuerte”. “El 65% de los patentamientos actuales corresponden a la industria nacional cuando hace cuatro o cinco años era a la inversa. La producción local pisa fuerte en el mercado interno y para el de exportación”, resaltó.
En esta misma línea, Francisco Spasaro, director Comercial de Iveco Argentina, comentó que el rubro de los camiones está un 1% por encima del año pasado. Y esto es gracias a que el uso de este tipo de unidades está directamente relacionado con el movimiento de mercadería. “Mientras haya actividad, habrá venta de camiones”, expresó el ejecutivo.
Consultados acerca de la transición a la electrificación y la implementación de medidas sustentables en relación a los vehículos, Spasaro indicó que el mundo va camino hacia esta tendencia, pero aclaró que cuanto más grandes y pesados son las unidades de transporte, más difícil se hace introducirlo en este segmento. El ejecutivo consideró que a la Argentina aún le falta tiempo para completar el paso hacia la matriz eléctrico y apuntó que “el puente hasta llegar a ese momento es el gas natural, que en el país es preponderante”.
Vinculado con la movilidad eléctrica, Stelzer se refirió a las medidas que desde el Grupo Volkswagen tomaron para la electrificación de sus autos: “En el caso de Audi, hicimos una alianza con Siemens en el cual en todos los concesionarios de esta marca tenemos cargadores; el próximo desafío es que pueda crecer esta estructura”.
Lo que se viene
Para Volkswagen, los próximos pasos son alentadores: “A fin del año pasado contamos que vamos a empezar a producir camiones en Córdoba, actualmente estamos con las primeras pre series que se van a lanzar en el primer trimestre del año que viene. Además, trajimos nuestro primer camión eléctrico que lo están utilizando en la empresa Quilmes”, comentó.
Y lo mismo aplica para General Motors. “Este año incorporamos una nueva ruta de exportación: estamos llevando la Tracker desde la planta de Rosario hasta Colombia”, precisó Mier. Y en Iveco, los desafíos también son cotidianos: “Si bien hoy el 95% de lo que vendemos es de producción nacional y los mercados de exportación desde la Argentina han quedado un tanto relegados, tenemos el objetivo de exportar próximamente el 10% de toda la producción de la planta de Córdoba y este año, comenzamos con mercados como el de Uruguay”, ahondó Spasaro.
De cara a la agenda de la movilidad a mediano y largo plazo, Stelzer la definió como eléctrica, sustentable y asequible, donde la relación con el medio ambiente será indispensable: “Apuntamos a que tener un auto eléctrico no sea un lujo, más bien, que se trate de algo accesible para la mayoría de los usuarios”, planteó la ejecutiva. Sumado a ello, Spasaro agregó que algunos de los ejes de acción que tomaron desde Iveco para ir tras estos nuevos parámetros son los de fabricar sus vehículos a partir de métodos sustentables. “Cuando tenemos desechos de virutas metálicas, las procesamos y hacemos otras piezas, así se bajan los costos de producción y se mejora la relación con el medio ambiente”, ejemplificó.
Por último, los integrantes del panel dieron una breve descripción sobre cómo interpretan la relación del argentino con los autos. Sentenciados como fierreros de alma, Mier los definió de la siguiente manera: “La pasión es súper notoria en la Argentina. El automóvil genera un efecto de deseo y tiene un componente emocional muy fuerte: son personas a las que les gusta conducir largas distancias y recorrer el país manejando”. En términos de Stelzer, el argentino tiene una relación muy fuerte con el auto, “lo ve con mucha pasión y al momento de elegirlo le gusta verlo, tocarlo”.
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